GUANTÁNAMO.- Con una gala cultural en la polifuncional Plaza Pedro Agustín Pérez, concluyeron las actividades por el XXVII Festival del Caribe en la subsede de Guantánamo, las cuales se extendieron durante cuatro jornadas llenas de colorido, de acuerdo con la Agencia de Información Nacional.
El coloquio El Caribe que nos une, reunió a intelectuales de la región más oriental, de otras provincias cubanas y de República Dominicana, país al que se dedicó este año la cita, auspiciada desde hace casi tres décadas por la Casa del Caribe, de Santiago de Cuba.
La también conocida como Fiesta del Fuego tuvo en Guantánamo un digno escenario, al decir de una de sus organizadoras, la licenciada Kenia Dorta, subdirectora de investigaciones de la citada institución santiaguera.
En la Plaza de la Revolución Mariana Grajales sesionó el coloquio El Caribe que nos une, momento vital de este espacio promovedor de la diversidad del lenguaje, creencias religiosas, tradiciones y otros aspectos socioculturales de la región caribeña.
En uno de sus paneles, el Historiador de la Ciudad de Guantánamo, José Sánchez Guerra, disertó sobre cultura e identidad en República Dominicana.
También el licenciado Diego Bosh, director del Centro de Patrimonio Cultural de Guantánamo se refirió a la Guía Patrimonial del Alto Oriente Cubano, uno de los logros más notorios de esa entidad.
Durante la Fiesta del Fuego en Guantánamo, tuvo lugar un Encuentro de Tumbas Francesas, se protagonizaron canturias y proyectos infantiles, y se efectuó un conversatorio sobre la presencia afrocaribeña en la obra de Regino E. Boti.
El más grande intelectual guantanamero de todas las épocas sostuvo una enjundiosa correspondencia con Sócrates Nolasco, el Decano del Cuento dominicano, en torno al cual versó la presentación de un libro escrito por su conciudadano Darío Tejeda, una de las personalidades invitadas al encuentro.
La Escritura Múltiple, Ética y Estética de los cuentos de Sócrates Nolasco, se titula el texto de Tejeda, a quien se deben también La historia de Juan Luis Guerra y la 4:40 (1993) y La Pasión Danzaria.
Con este último el escritor obtuvo Mención Especial en el Premio Internacional de Musicología Casa de las América 2001.