En el escenario económico actual urge explotar las potencialidades de cada municipio, según trascendió en el encuentro. Autor: Periódico Adelante Publicado: 16/09/2025 | 10:52 pm
Nosotros no estamos actuando como si estuviéramos en guerra. Es verdad que se está echando la pelea en la base, pero no avanzamos lo suficiente en un grupo de cuestiones en las que sí se pudiera mejorar, reconoció el miembro del Buró Político y Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, al dirigir la más reciente reunión con los gobernadores y el intendente del municipio especial de Isla de la Juventud.
Durante el encuentro, realizado por videoconferencia desde el Palacio de la Revolución, y al valorar la compleja situación que vive el país de guerra económica recrudecida, el Jefe de Gobierno señaló que es importante aprovechar las oportunidades que este contexto difícil ofrece para crecerse y «eso no lo estamos viendo en todos los lugares».
Precisamente, lograr el perfeccionamiento de la gestión estratégica para el desarrollo territorial y fortalecer la autonomía municipal fueron temas que centraron el encuentro, donde participaron los miembros del Buró Político Esteban Lazo Hernández, titular de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado, y Salvador Valdés Mesa, Vicepresidente de la República, así como los vice primeros ministros.
Nancy Acosta Hernández, jefa de la Dirección de Atención a las Administraciones Locales del Poder Popular en el Consejo de Ministros, detalló que ese es uno de los objetivos del Programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía y, en tal sentido, se trabaja en la actualización de la política rectora y las normas jurídicas relacionadas con tan importante asunto, así como en la implementación de acciones que permitan una mejor ejecución y control de la contribución territorial.
Al respecto, el Primer Ministro señaló que en el escenario económico actual urge explotar las potencialidades de cada municipio, desarrollar las capacidades productivas locales y consolidar la relación con los diversos actores económicos en beneficio de la población para fortalecer la autonomía de los territorios.
«Hay que analizar cómo logramos que esa autonomía a nivel de territorio sea mayor, es decir, que se pueda desarrollar la inversión extranjera, fomentar un polo productivo en beneficio de su territorio, ampliar las relaciones con otras instancias, incluso internacionales, y que realmente pasemos a que no estén esperando que las cosas vengan de arriba», apuntó.
Durante la reunión, trascendió que nuestro contexto, tan desafiante, demanda del actuar coordinado de cuadros en vínculo directo con la base, con el pueblo, pues su desempeño marca la diferencia.
En consecuencia, Marrero Cruz reconoció que «se nos están mezclando cuestiones objetivas, problemas reales como la situación electroenergética, la falta
de combustibles y de divisas para adquirir los recursos con temas subjetivos, y eso está superando la capacidad de muchos cuadros de enfrentar y buscar soluciones alternativas en asuntos que sí están a su alcance. Tenemos que depender de lo que seamos capaces nosotros mismos de hacer».
Y el vicepresidente de la República insistió que «para nosotros es decisivo y determinante que los territorios desempeñen el rol que les corresponde, quiere decir, soberanía, no tener dependencia, tomar decisiones y mejorar la calidad de vida, resolver los asuntos…». Se refirió a la urgencia de fortalecer los municipios, «pero no haciendo más estructuras ni aumentando más plantillas, eso pasa por los cuadros, en primer lugar, por personas competentes», aseveró.
Como parte de la agenda se analizó minuciosamente la situación que presenta el impago a los productores, sobre todo en las provincias de Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Ciego de Ávila y Camagüey, un viejo problema que, pese a las medidas aprobadas, no ha logrado resolverse y afecta, también, a la economía del país.
Igualmente, se presentó una información sobre el avance de la construcción de módulos habitacionales a partir de contenedores marítimos, una alternativa ante la difícil situación que presenta el cumplimiento del programa de la vivienda.