Durante los días de intercambio y debates profundos, el apoyo a la causa del pueblo palestino fue permanente. Autor: Roberto Suárez Publicado: 19/02/2024 | 08:19 pm
«La impronta juvenil y su necesario papel dentro de los partidos y movimientos son esenciales actualmente para la búsqueda de estrategias que permitan enfrentarse a corrientes neofascistas, como parte de la guerra de pensamiento que se nos hace».
Así catalogó Reudenys Salas Hartemant, Doctor en Ciencias, Profesor Titular y miembro del Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), durante su intervención en la jornada final del 2do. Encuentro Internacional de Publicaciones Teóricas de Partidos y Movimientos de Izquierda, al rol protagónico que deben tener las juventudes progresistas.
Y es que muchos son los ejemplos actuales que, en todo el mundo, demuestran el resurgir de un nuevo fascismo con notable fuerza y arraigo, aunque no lo veamos a simple vista. De ahí la impronta de la contemporaneidad, aseguró Salas Hartemant, de ser joven y de izquierda en tiempos tan convulsos.
Pero siendo justos, la izquierda latinoamericana, europea, asiática o del continente africano varía, como es lógico, según el paisaje histórico, cultural, político y social que le toque vivir. Sin embargo, nos ayuda a sustentar el criterio, agregó, de que no existe contradicción entre la condición de ser joven y militar en las izquierdas.
El papel de las juventudes
Salas Hartemant aseveró que bajo estas circunstancias las nuevas generaciones de militantes representan el motor impulsor del progreso y el cambio en todas las sociedades, dada su energía, creatividad y el compromiso con ideales transformadores que los convierten en una fuerza vital de todo proceso revolucionario.
Y agregó que una juventud empoderada es una fuerza transformadora que impulsa cambios positivos y nos convierte en actores y agentes protagónicos en todos los contextos.
De lo que se ha tratado en nuestro caso, que será siempre el de las causas de las izquierdas, es lograr un modelo de sociedad alternativo al capitalismo. En ello las juventudes de todo el mundo y en especial, por razones lógicas e históricas, en América Latina y el Caribe, dijo, deben entender que somos la vanguardia por el papel activo en este proceso, por empeñarnos en incorporar a todos a una causa común y justa, por ser críticos y capaces de generar alternativas.
Las nuevas generaciones de militantes representan el motor impulsor del progreso y el cambio en todas las sociedades, según trascendió en el 2do. Encuentro Internacional de Publicaciones Teóricas de Partidos y Movimientos de Izquierda. Foto: Roberto Suárez
Por tanto, insistió: «no podemos ser una fuerza apática ni mecánica». Se vuelve cada vez más indispensable afianzar las plataformas de articulación en la lucha antimperialista de la región y el mundo.
Todas esas acciones suponen estar constantemente en el foco de los ataques y de una ofensiva enemiga contra esos ideales de renovación y participación de las juventudes en el proceso de transformación social.
«El uso de la fuerza, los programas de desestabilización subversivos, las desapariciones forzosas y el uso de plataformas de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, la persecución y represión son algunos de los métodos empleados para desarticular a las izquierdas en tiempos en que resurgen las ideas fascistas de dominar el planeta», refirió Salas Hartemant.
¿Qué acciones o estrategias emprender entonces para construir las propias narrativas discursivas y populares de las izquierdas en que las juventudes sean sus principales protagonistas?
Cuba y su generación más joven tienen muchísima experiencia durante tantos años de lucha antimperialista, que, a juicio de los presentes en el 2do. Encuentro Internacional de Publicaciones Teóricas de Partidos y Movimientos de Izquierda, constituyen claves esenciales en su comprensión como actor protagónico y símbolo de la transformación.
De ahí que el dirigente juvenil, sin ánimos de dar recetas absolutas, precisó que los patrones o modelos en el campo de la comunicación, de la cultura y la educación actualmente deben invertir en la formación de líderes juveniles de izquierdas. Y ello porque se hace necesario contar bien la historia de las izquierdas, verla en todas sus dimensiones y llegar hasta la intimidad de sus protagonistas para apostar por la unidad más allá de las diferencias.
Además, llamó a reconstruir los discursos políticos para que sean interpretados y asumidos por las masas populares y, sobre todo, para que los jóvenes se identifiquen con ellos. Sembrar ideas y un pensamiento crítico, o lo que es lo mismo, estructurar ese ejercicio de pensar, argumentar y de razonar con profundidad dará siempre resultados positivos, añadió.
Voces de izquierda
La renovación del pensamiento socialista que generó la Revolución Cubana a través de la lucha e ideal del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y de Ernesto Che Guevara alentó a muchos otros movimientos sociales de igual aspiración en el mundo, aseguró en el encuentro Kilakos Dimitrios, miembro del Partido Comunista de Grecia.
Consideró también que hoy la izquierda debe trabajar teniendo como punto de partida a nuestros grandes referentes históricos para dar así, con argumentos, la batalla ideológica y combatir las expresiones capitalistas y neofascistas.
La lucha ideológica e informacional siempre da frutos porque los jóvenes terminan identificando nuestras causas y toman consciencia de quiénes los están privando de sus derechos, dijo.
«Las juventudes tenemos un papel fundamental dentro de los proyectos emancipadores de izquierdas; y hablo de juventudes y de izquierdas en plural, para significar el primero de los desafíos, que es reconocernos en nuestra diversidad», comentó luego el joven cubano Kenneth Fowler Berenguer
Entre los retos fundamentales que enfrenta cualquier proceso revolucionario en el poder, en la contingencia actual, o incluso en su etapa de idea, declaró, es el de su constante renovación.
Mientras que Mirthia Julia Brossard Oris, jefa del Departamento de Relaciones Internacionales de la UJC de Cuba, reconoció que estamos en el ojo de grandes contradicciones, desde la guerra económica contra Cuba, la mediática, política, de símbolos, cultural, y también la estigmatización de líderes y procesos revolucionarios.
«No podemos subestimarnos como juventudes. Si no apostamos por el socialismo también con la transformación de formas de apropiación de patrones de consumo, nos reduciríamos a multiplicar antivalores que nada tienen que ver con el tipo de sociedad que estamos promoviendo», comentó.
Por su parte, el director de nuestro diario, Yoerky Sánchez Cuellar, exaltó que las revoluciones siempre llevan la impronta y el empuje de los jóvenes, pero hay que ser cuidadosos con los cambios que impone la era digital, pues problemas de tal calado histórico como el genocidio en Palestina, se deben explicar sin simplificaciones.
«Nunca los revolucionarios, y menos la juventud, debemos abandonar la importancia del factor subjetivo, ahí está nuestra tarea, sembrar ideas, valores y conciencia. Porque mientras haya jóvenes dispuestos a cambiar el mundo, habrá revolución, mientras la palabra sirva para decir la verdad y condenar la injusticia, habrá revolución», sentenció.