El bloqueo es la pandemia permanente, el huracán constante, definió el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla. Autor: @CubaMINREX/Twitter Publicado: 20/10/2022 | 12:17 am
El bloqueo es la pandemia permanente, el huracán constante, definió el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, al presentar ante la prensa nacional y corresponsales de medios extranjeros el Informe de Cuba a la Asamblea General de la ONU sobre el impacto y los daños que provoca el bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba, política cruel que en la actualidad aplica «con precisión quirúrgica para afectar a los sectores más sensibles de la sociedad cubana y crear desesperación en el pueblo».
En virtud de la Resolución 75/289 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulada «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba», el informe de este 2022 abarca el período comprendido entre enero y julio de 2021.
Son los primeros siete meses del Gobierno del presidente de EE. UU., Joe Biden, y el texto denuncia ese continuado y despiadado acto de crueldad que dura más de seis décadas, y el 2 y 3 de noviembre próximo será considerado por trigésima ocasión en la agenda de la comunidad internacional.
El contexto es especial, dijo el Canciller, porque lo marcan los efectos devastadores del huracán Ian y una crisis global multidimensional —que incluye una crisis económica internacional y una amenaza inminente de recesión global, crisis alimentaria, crisis energética, crisis de salud, entre otras, cuando la guerra económica, comercial y financiera se recrudeció desde la segunda mitad de 2019, cuando la administración republicana de Donald Trump con el propósito deliberado de hacer colapsar la economía cubana.
Sin embargo, dijo que esa asfixia, aplicada sin medir las graves consecuencias humanitarias ni los impactos de ese objetivo, «nunca se cumplirá, pero que provocaría, sin lugar a dudas, consecuencias impredecibles».
Al señalar que no es un diseño nuevo, «pero sí ha sido quirúrgicamente mejor diseñado, tomando como blanco cada uno de los principales ingresos del país, buscando con saña incrementar el impacto en la vida cotidiana de nuestra población, sobre la base de la mejor expresión de esa política que es el memorándum del subsecretario Lester Mallory de abril de 1960, que reconoce que el objetivo del bloqueo es deprimir los salarios nominales y reales, provocar hambre, desesperación, sufrimiento y el derrocamiento del Gobierno».
«La Ley Helms-Burton de 1996 codifica esa misma política. Y en las medidas de máxima presión contra Cuba, las más de 200 sanciones adicionales de bloqueo aplicadas por el presidente Donald Trump, se buscan esos mismos y crueles objetivos», agregó el titular de la diplomacia cubana.
Hoy, apuntó el Canciller, la práctica actual de la política del presidente Joe Biden contra Cuba es lamentable e inercialmente la misma política republicana, y mantiene «el diseño que persigue cada ingreso, cada fuente de financiamiento y de suministro del país», con un impacto de dimensión mayor y desde el punto de vista humanitario más perversa y dañina.
Es una realidad inocultable la existencia del bloqueo, aseguró el Canciller cubano, quien añadió que «nadie podría seria o sanamente afirmar que el bloqueo no existe o es un mero pretexto. Es totalmente tangible y alcanza y daña cada familia cubana, a los cubanos que residen en Estados Unidos, a los ciudadanos estadounidenses y a las personas y empresas de todo el planeta».
Detalló en su intervención las carencias y desabastecimiento en el caso de los alimentos, la situación extremadamente grave del sistema electroenergético nacional y las dificultades para adquirir productos, partes y piezas de repuesto, los obstáculos o negativas a suministrar medicamentos o equipos
médicos incluso en medio de la pandemia de COVID-19.
Significó que frente a estas adversidades, frente a la hostilidad del Gobierno de Estados Unidos, nuestro país no se detiene ni deja de renovarse. «Cuba cambia todos los días, y seguirá cambiando. Cuba se renueva todo el tiempo. Lo que no cambia, lo que no se renueva, lo que está anclado en el pasado, es la política de bloqueo».
Rodríguez Parrilla ratificó que es universal el repudio a una política criminal que ni ha derrotado ni ha alcanzado los objetivos que se propuso, aunque provoca mucho daño humano, provoca sufrimiento todos los días en cada comida cuando la familia cubana se reúne en la noche en apagón, cuando hay dificultades para garantizar medicamentos para un enfermo, nuestro pueblo sufre.
«Cuba tiene derecho a vivir sin bloqueo, tiene derecho a vivir en paz. Cuba estaría mejor sin bloqueo, mejor sin Bloqueo. Todos estarían mejor sin Bloqueo. Estados Unidos sería un mejor país sin Bloqueo a Cuba. El mundo sería mejor sin el Bloqueo a Cuba».