Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Héroes muy jóvenes

Aylín Álvarez García, primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), intercambió con integrantes de las Cruz Roja Cubana

Autor:

Yuniel Labacena Romero

MATANZAS.— «Cuba está llena de héroes como ustedes, y de héroes muy jóvenes, héroes de nuestro tiempo», le dijo Aylín Álvarez García, primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), a integrantes de las Cruz Roja Cubana, los primeros con quienes intercambió este martes al llegar a la ciudad de los puentes, tras las horas difíciles del siniestro que ha mantenido a todo un país en vilo.

Al encontrarse con estos muchachos y muchachas —la mayoría jóvenes— unos se alistaban para volver a las áreas más afectadas del incendio y otros tomaban un descanso, pero en todos «hay mucha disposición para lo que sea. Aquí no se rinde nadie», dijeron los miembros de esta tropa, que guía con mucha fe Yudit Rodríguez Reyes, jefa del Grupo Especializado de Operaciones y Socorro de la provincia.

«Los reconocemos y les decimos que lo más importante es el orgullo que siente la juventud comunista de contar con una generación como la nuestra. El deber nos llamaba y teníamos que estar aquí para estrechar sus manos, para abrazarlos y darles mucha fuerza. Confiamos en todo lo que han hecho y lo que seguirán haciendo», resaltó Álvarez García.

Estremecedoras historias de heroísmo escuchó de quienes combinan experiencia y juventud, como la de Rosmery Pino Alpízar, quien este martes cumplió 22 años. Voluntaria de la Cruz Roja, la joven que trabaja en la universidad yumurina, vivió las tres explosiones más fuertes de la zona industrial.

«He estado en otras operaciones de salvamento y rescate, pero esta ha sido la que más me ha marcado», cuenta con la voz entrecortada y su mirada pareciera perderse en busca del hospital provincial, porque «ahora mismo tengo a mi amigo Elier ingresado en terapia intensiva, con más de 50 por ciento de quemaduras.

«El carro de los bomberos en el que andaba explotó cinco minutos después de entrar a la zona de alto riesgo durante la segunda explosión. Lo que más deseo es que mi gordito siga mejor y salga de esa situación», señala en referencia al joven con el cual lleva una amistad entrañable hace ya más de tres años y llama así cariñosamente.

No solo Rosmery, otros compañeros hablaron de la unidad y de cuidarse entre todos como principio. «Cuando se trabaja en equipo el factor humano se eleva al 150 por ciento», dice Luis David Castillo Corrales, un pinareño devenido matancero de 36 años de edad. Y añade que «no importa el tiempo que tengamos que estar debatiendo, trazando estrategias, volviendo al lugar del siniestro. Sanar, auxiliar, proteger… son nuestras misiones».

En la Universidad y en el Comando

Los estudiantes de la universidad nos han apoyado mucho, los médicos no han dejado de salir de los cuartos, a las personas mayores o mujeres con niños les llevan las cosas a su cubículo, se prioriza mucho a los más necesitados… lo importante es que todo el mundo se lleve como una gran familia, le expresó uno de los vecinos evacuados en la casa de altos estudios, a la Primera Secretaria de la UJC.

En el momento de la visita en el sitio había casi 700 personas llegadas desde diferentes comunidades cercanas a la base de supertanqueros. En sus rostros y miradas sigue la preocupación de un amanecer gris y de un fuego que parecía interminable. Caridad Alfonso Sánchez, una anciana de 76 años, aseguró: «Lo que estamos en la tercera juventud nos sentimos muy agradecidos de esta juventud, son unos muchachos muy sensibles y con ellos vamos a vencer».

Se refiere ella a los estudiantes que junto a sus profesores y otros trabajadores llegaron para atender a los evacuados y brindarles más que recursos, cariño espiritual. «A mí me habían hablado muy bien de aquí, de lo que hicieron ellos cuando la peligrosa pandemia y ahora lo compruebo. Son muy cariñosos, estoy muy agradecida de mi Revolución. Se los digo de corazón. Nunca pensé vivir algo así, fue tremendo el incendio», reitera.

De las atenciones que reciben las familias y de la protección de sus pertenencias, de las actividades que se realizan para los niños, así como del apoyo sicológico que reciben, conoció Álvarez García, quien reconoció cómo en una «combinación perfecta entre FEU y UJC se cuida y se protege a todos». Al final transmitió a todos la urgencia de estar aquí el tiempo necesario «con la tranquilidad de que lo primero que hay que salvar es la vida».

Precisamente, cuando caía la noche los dirigentes juveniles llegaron al Comando Especial 2 Supertanqueros, para abrazar a los «que no duermen, que no paran, a los que como todo el pueblo, desean que se extingan completamente las llamas», a nuestros valerosos bomberos, rescatistas y oficiales del Ministerio del Interior y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

Muchos están quemados, otros no hablan de sus lesiones, en todos la tristeza profunda por la pérdida de sus amigos y la preocupación por los que están heridos. Otra vez se percibe el rostro de muchos jóvenes, «con el pecho erguido y la mirada firme, orgullo para una generación como la nuestra», como les expresó la Primera Secretaria de la UJC.

A ellos y con cuantos intercambió este martes, Álvarez García aseguró que «a pesar de los trágicos sucesos es enorme la voluntad de seguir en la pelea. Cuba entera ha estado en vela en estos días y se ha estremecido. Con el corazón apretado estamos todos, pero también con la convicción de que de este golpe igualmente nos vamos a levantar.

«Y lo haremos porque somos una gran familia y esa gran familia se recupera unida ante los desastres, ante los golpes duros de la vida y porque tiene como denominador común también mantener la vida del ser humano. Ese es un principio de la Revolución, un principio de ustedes», afirmó.

Y cuando uno regresa de allí, no duda de que la valentía tiene cara de jóvenes.

Rosmery Pino Alpízar, voluntaria de la Cruz Roja Cubana, cumplió este martes 22 años.Foto: Abel Rojas Barallobre.

Nuestros bomberos han estado en la primera línea del fuego.Foto: Abel Rojas Barallobre.

 

 

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