A la actividad de salud pública y educacional se dedicaron importantes sumas del presupuesto del Estado. Autor: Roberto Suárez Publicado: 27/10/2021 | 11:42 pm
«El presupuesto cubano es y seguirá siendo un presupuesto social, en él se traducen el esfuerzo y la voluntad política de nuestro Estado y Gobierno, de respaldar, preservar y defender en cualquier circunstancia las conquistas sociales de la Revolución y no renunciar a los objetivos de desarrollo».
Así lo ratificó este miércoles Meisi Bolaños Weiss, ministra de Finanzas y Precios, al presentar el informe de la liquidación del presupuesto del Estado en el año 2020. Además, llamó a defender el presupuesto, con más control incrementando en ello la participación popular y con más productividad y sensibilidad.
Exhortó a trabajar por «un presupuesto que cada día esté más apegado a la estrategia de desarrollo territorial, que mantenga dentro de sus prioridades además del sostenimiento y perfeccionamiento de los servicios y programas sociales, el incremento de la atención a las personas que más lo necesitan, incluyendo el respaldo a las transformaciones de nuestros barrios y comunidades».
Al explicar los resultados del presupuesto del pasado año, Bolaños Weiss detalló que el 2020 se caracterizó por una reducción significativa de los ingresos provenientes de las exportaciones, incluyendo los servicios turísticos, contracciones de los niveles de actividad productivos y de servicios; así como la suspensión o disminución de actividades, incluyendo las que se ejercen por las formas de gestión no estatal.
Apuntó que ello estuvo motivado por las medidas de enfrentamiento a la COVID-19, que continúan en el presente año, en el que se agudiza la crisis económica a nivel global, junto a los embates y el recrudecimiento de una guerra no convencional y de un bloqueo que profundizan el objetivo perverso de asfixiar al pueblo cubano, con las 243 medidas aplicadas por la administración Trump y mantenidas por el presidente Biden.
En tiempos de pandemia
«Como expresión de la prioridad otorgada por la dirección del Estado y el Gobierno a las acciones de prevención y enfrentamiento a la COVID-19, que incluye la atención y cuidado a la población, se destinaron 1 676 millones de pesos a este objetivo, que no fueron previstos inicialmente», señaló la Ministra de Finanzas y Precios.
También subrayó que, desde el presupuesto estatal, incluyendo los locales, se respaldó financieramente el funcionamiento en el país de 257 centros de aislamientos y 56 hospitales para pacientes de la COVID-19, escenario en el que laboraron más de 446 000 trabajadores en función de la recuperación de los más de 12 056 pacientes diagnosticados con la enfermedad, al cierre de 2020.
Añadió que las garantías salariales generadas por el efecto de esta pandemia requirieron 567 millones de pesos para la protección a los interruptos y a las madres de hijos menores, así como el apoyo financiero a nuestros artistas que no pudieron en este período realizar presentaciones culturales.
Bolaños Weiss precisó que ello demandó 116 millones de pesos, apoyos que por decisión del Estado y el Gobierno se ha mantenido durante el presente año con asignaciones hasta esta fecha por un poco más de 759 millones de pesos, que incluye al sector artístico no subvencionado en alrededor de 480 millones de pesos.
«Con el objetivo de atenuar los efectos de la COVID-19, se aprobó para los actores económicos estatales y no estatales un grupo de facilidades de pago de las obligaciones tributarias, como aplazamientos y suspensiones de pago; así como incentivos para el empleo de los canales digitales, para el cumplimiento tributario por las personas naturales».
En ese sentido, señaló la Ministra que fueron renegociados los créditos bancarios suscritos con términos y condiciones adecuados al escenario de crisis provocada por la COVID-19. «Lo expuesto es otra muestra irrefutable de la consecución del principio socialista, de que aun en las condiciones más difíciles, el ser humano sigue siendo el centro de atención y nadie quedará desamparado», ratificó.
Pensando en todos
En el año 2020, para el sostenimiento de los servicios sociales se destinaron gastos corrientes por 51 787 millones de pesos. Se trata, por ejemplo, de la Salud Pública, la Asistencia y Seguridad Social, la actividad educacional, las áreas de la ciencia, la tecnología y la innovación, la cultura y el deporte, aunque estos dos últimos estuvieron limitados en el ejercicio a plenitud de las actividades programadas por la llegada de la pandemia.
Al referirse a otros sectores, Bolaños Weiss reiteró que el pasado año se continuó respaldando la entrega de subsidios a personas con bajos ingresos y necesidades constructivas en sus viviendas o para la construcción de células básicas, y se ejecutaron para este fin 550 millones de pesos, para beneficiar 9 855 personas.
«No se asignaron, con respecto a lo planificado, 175 millones de pesos, en lo que incide fundamentalmente el incumplimiento de las ventas liberadas de materiales de la construcción, que hasta el año 2020 fue la fuente de financiamiento de este importante programa. Aún se evidencian retrasos en la organización de los procesos de asignación de los subsidios», señaló.
Asimismo, expresó que resulta un asunto imponderable que los organismos de la Administración Central del Estado que «nos vinculamos con este programa, y las direcciones correspondientes de los gobiernos locales implementemos un plan de acciones para solucionar la inmovilización de un poco más de mil millones de pesos asignados a personas beneficiadas, que por las limitaciones materiales e incumplimientos en el programa de construcción de células básicas no se han ejecutado».
Como parte de la atención a la dinámica demográfica se destinaron 46 millones de pesos para soluciones habitacionales a 841 madres con más de tres hijos menores de 17 años de edad. En tal sentido, la Ministra señaló que, a pesar de las limitaciones en la atención a los problemas de la vivienda, estos son programas en los que el país se enfoca para su perfeccionamiento, sobre todo, a partir de la transformación de los barrios y la atención a personas vulnerables.
Reducir el déficit fiscal
El principal reto de la Administración Financiera del Estado y de los operadores y administradores del Presupuesto, al que debemos todos aportar con ciencia y responsabilidad, es la urgida reducción del déficit fiscal, para contribuir a los necesarios equilibrios macroeconómicos con una inflación controlada, sin aplicar terapias de choque, aseguró Bolaños Weiss.
Todo ello, precisó, es «respaldando las conquistas y programas de la Revolución, acudiendo a todas las reservas en la generación de riquezas que contribuyan al bienestar del pueblo, a incrementar los ingresos presupuestarios y al ahorro de los gastos, que no puede medirse por inejecuciones, sino bajo el principio de hacer más y mejor, con los recursos que disponemos, que son finitos».
Apuntó que, como resultado del comportamiento en la recaudación de ingresos y la ejecución de los gastos, se liquida el ejercicio fiscal con un déficit ascendente a 18 mil 976 millones de pesos, inferior en mil 758 millones de pesos al aprobado como resultado del ajuste, provocado por el incumplimiento de un grupo de inversiones a financiar presupuestariamente, por limitaciones en recursos materiales esenciales del proceso inversionista.
En otro momento, Bolaños Weiss reconoció que, en materia de control del Presupuesto, si bien se vienen dando pasos, los controles efectuados ratifican que hay que elevar el rigor para que se refuerce la mejora continua de la gestión de los ingresos, el uso correcto de los gastos presupuestarios en todos los niveles y la administración de los dineros, con el fin de eliminar la indisciplina de comprometer pagos superiores a los recursos disponibles.