El Grupo temporal de trabajo para la prevención y control del nuevo coronavirus continuó analizando este lunes el comportamiento de la COVID-19. Autor: Maykel Espinosa Rodríguez Publicado: 07/09/2021 | 12:03 am
La incidencia de la COVID-19 en los días finales de agosto y los inicios de septiembre (la semana 35 de 2021) debiera ser el parteaguas definitivo de la pandemia en Cuba, en cuanto a empezar a marcar un decrecimiento ostensible en el número de casos positivos y fallecidos en las jornadas por venir.
Es algo que nos lo merecemos todos, en especial los miles y miles de trabajadoras y trabajadores de la Salud y otras áreas económicas, políticas y sociales que cumplirán este 11 de septiembre un año y medio exacto de lucha sin descanso contra el nuevo coronavirus.
El actual ritmo de vacunación, la experiencia acumulada y la voluntad y perseverancia que ha mantenido la dirección del país día tras día, debería empezar a rendir los resultados deseados, un esfuerzo que debe ir a la par de mayor responsabilidad y disciplina de todos y cada uno de las cubanas y cubanos, a pesar de la desidia e insensatez de no pocos.
El Grupo temporal de trabajo para la prevención y control del nuevo coronavirus continuó analizando este lunes el comportamiento de la COVID-19, en reunión encabezada, como es habitual, por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz.
Según informó José Angel Portal Miranda, titular de Salud Pública, en los primeros cuatro días de septiembre (cierre de la semana 35), el promedio de casos por día fue de 7 553, inferior en 11,7 por ciento con respecto al cierre de agosto; no obstante, la letalidad mostró cifras sombrías, al alcanzar un índice de 1,08 por ciento (30 210 casos con 326 fallecidos).
Entre el 29 de agosto y el 4 de septiembre (la semana 35 completa), el diagnóstico de casos disminuyó 13,8 por ciento (7 903 enfermos menos) y la tasa de incidencia llegó a 440,2 por cada 100 000 habitantes, 13,8 por ciento menos con respecto a la semana 34 (disminuyeron los casos autóctonos y los importados). También fue menor el número de fallecidos.
Para corroborar la mejora en las estadísticas (o sea, el comportamiento de la enfermedad expresada en números), se supo además que en ese lapso aumentó el número de muestras procesadas para COVID-19 (21 581 más).
Al exponer otros indicadores de la enfermedad, Portal Miranda señaló que en los últimos 15 días se diagnosticaron 113 310 casos positivos a la COVID-19, para una tasa de incidencia de 1 013 por cada 100 000 habitantes. Las provincias con mayores cifras fueron Pinar del Río, Cienfuegos, Sancti Spíritus, Mayabeque y Artemisa.
No obstante la mejoría que se aprecia en los números de la última semana, ello no constituye motivo alguno para relajar el cumplimiento de las medidas diseñadas para enfrentar a la COVID-19 en Cuba. Los riesgos de contagios y los índices de transmisión en el territorio nacional continúan siendo elevados y constituyen una señal de alerta para todos los cubanos.
En la reunión de este lunes del Grupo temporal de trabajo para la prevención y control del nuevo coronavirus participaron el Vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa; el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo Hernández; los seis vice primeros ministros; titulares de cartera y otras autoridades nacionales.
Mediante videoconferencia con principales autoridades políticas y gubernamentales de las 15 provincias y el municipio especial de Isla de la Juventud, en el encuentro se informó sobre el comportamiento de la enfermedad en los territorios y las acciones de enfrentamiento —sus éxitos y dificultades—.