Capitán Danis Manuel Velázquez Cuenca, político del Ministerio del Interior. Autor: Roberto Suárez Publicado: 05/06/2021 | 09:17 pm
Es el pueblo uniformado, dijo Camilo Cienfuegos en una ocasión, y Fidel lo ratificó después. Mujeres y hombres que salvaguardan el país desde diferentes ámbitos. Precisamente quienes integran la Policía, los cuerpos de Bomberos y de Guardabosques, la Dirección de Atención a Menores, del Sistema de Prisiones, de Inmigración y Extranjería, de Investigación Criminal y de las Tropas Guardafronteras, entre otros órganos, son los que hoy celebran el aniversario 60 del Ministerio del Interior (Minint).
Fundado el 6 de junio de 1961, ha sido el Minint el incansable, el inspirador, el punto de partida para forjar a seres de bien. ¿Cuántas historias pueden encontrarse en cada una de sus fuerzas? Juventud Rebelde te propone algunas para homenajear a quienes en estos tiempos en que Cuba lucha contra el nuevo coronavirus también han tenido una rápida respuesta y meritorio trabajo demostrados por su fuerza joven.
Fundado el 6 de junio de 1961, ha sido el Minint el punto de partida para forjar a seres de bien.
Me interesa salvar al ser humano
«A veces me preocupa no tener la respuesta que esperan. Me impongo retos todos los días con el propósito de ser mejor para ellos, porque me necesitan. Evito pensar en su delito, aunque lo conozca, porque me interesa salvar al ser humano, hacerles ver que hay un mundo fuera que tiene un lugar para ellos si lo quieren ocupar. Tengo que estar en mi lugar, cumpliendo mi responsabilidad con todas las de la ley. El Minint no espera menos de mí y la sociedad tampoco».
La teniente habanera Wendy Tápanes Guevara, oficial de Tratamiento Educativo del Establecimiento Penitenciario Combinado del Este, no dudó en escoger su especialidad al concluir los estudios de la licenciatura en Derecho, y no imagina desde qué otro rol podría aportarle más al país.
Wendy Tápanes Guevara, oficial de Tratamiento Educativo.Foto:Roberto Suárez.
«Mi familia no comprendió al principio y muchos de los que me conocen tampoco. ¿A quién le gusta trabajar en una prisión, rodeada de personas que cometieron delitos de todo tipo?, me decían. Los reclusos son seres humanos como nosotros, y se han equivocado, y tienen derecho a rectificar. Las prisiones en Cuba pretenden salvar a los que cometieron delito.
«No me toca juzgar a nadie. Soy “la madrina” de quienes me asignan atender. Me corresponde tenderles la mano, conducirlos».
Conmigo se puede contar
¿Regresaré? Es lo primero que se pregunta el primer suboficial Alfredo Zaldívar Morales cuando sale a cumplir una misión. «Me preparo para acudir a cualquier llamado como integrante de la Brigada Provincial de la Policía, tanto como agente de orden público como agente de destino especial. Soportar provocaciones, exponernos a la violencia, tener que reaccionar de la mejor manera posible sin poner en riesgo la misión o nuestra vida… No, no es fácil».
Primer suboficial Alfredo Zaldívar,miembro de la Brigada Provincial de la Policía de La Habana.Foto:Roberto Suárez.
El joven holguinero reconoce que son muchas las anécdotas que podría contar, pero lo más importante es estar consciente de que no puede haber margen de error. «De nosotros se espera lo correcto, el actuar coherente, la superación constante, el valor, la entrega. Debemos demostrar todos los días que podemos».
No ve a su familia con frecuencia y no siempre duerme las horas suficientes; a veces teme por la vida de otros y descuida la suya… pero afirma que no cambiaría su decisión de optar por este camino. «Al contrario, quiero seguir creciendo, asumir más responsabilidades, aprender, dar fe de que conmigo se puede contar».
Puedo contribuir al país que queremos todos
Yosvel Acosta Hernández, radarista de Tropas Guardafronteras.Foto:Roberto Suárez.
«Solo llevo tres meses en el Servicio Militar Activo, en un Centro de Exploración y Radiotécnica de Tropas Guardafronteras, en La Habana. Pero ¡al fin! me tocó vivir algo emocionante, algo digno de ser contado, algo en lo que pude hacer lo que se supone que debía».
Yosvel Acosta Hernández, de 19 años, detectó una lancha a 19 millas del país, en la madrugada. Es raro a esa distancia, y por eso mereció los reconocimientos de todos sus superiores. «Violaron nuestras aguas territoriales, venían a buscar a personas que intentaban abandonar el país ilegalmente…
«Podían haber muerto en el mar. Es un delito el tráfico de personas, y me alegro de haberlo evitado. Esta experiencia como radarista la agradezco. Es afín con la carrera que estudiaré, Ingeniería Automática, y me ha dado una razón más para sentirme orgulloso del país en el que vivo. Me siento protagonista, capaz de contribuir a la nación que queremos todos».
Es necesario que estemos
Danis Manuel Velázquez Cuenca se desempeña en la Dirección Política del Minint, pero vincularse a la ciencia y la investigación fue su primer anhelo. Y la especialidad de Criminalística, luego de estudiar Derecho, le trajo a este holguinero el regocijo que deseaba. «Fueron muchos los casos que atendí y reconozco que con cada uno crecí como ser humano.
«Si gratificante es devolver un bien sustraído y encontrar las sonrisas y el agradecimiento de las personas, triste es encontrar a una familia dividida por la violencia, o descubrir a un homicida o entender que en el mundo hay personas que se equivocan, pero que también deben estar en el mundo. ¿Me entiende?
«Ahora, en medio de la pandemia, cuántos de nosotros hemos estado en lugares públicos para mantener el orden y asegurar que las compras en los establecimientos comerciales se realicen de forma disciplinada? Pasan por nuestras manos miles de documentos de identidad a diario, nos exponemos al contagio, a veces nos ofenden, tenemos que aprender a identificar al desesperado y al oportunista, pero estamos ahí porque es necesario y el pueblo lo sabe, y porque nosotros somos, justamente, parte del pueblo».
Quiero estar listo siempre
Víctor Manuel Suárez Abrahante, jefe de compañía del Cuerpo de Bomberos.Foto:Roberto Suárez.
No imagina otra sensación tan emocionante como la que experimenta cuando el timbre de aviso se escucha. Los bomberos saben lo que eso significa, y la adrenalina se dispara. El capitalino Víctor Manuel Suárez Abrahante no podía dedicarse a otra cosa.
«El Minint es mi casa, el Comando 5 es mi zona de confort. Desde niño quise dedicarme a salvar vidas del fuego, del mar, de lo que fuera. Mi hermano gemelo, Manuel Alejandro, también comparte conmigo esta vocación. Es técnico de rescate y salvamento. Él salvó al niño del pozo. ¿Se acuerda, periodista?
«He tenido experiencias diversas y algunas me han dejado lesiones. Es parte de mi trabajo. Lo que más me ha marcado hasta el momento es el incendio del Hospital Oncológico, donde estuve en primera línea. Me dolió mucho ver lo que se dañó, lo que se perdió… pero me siento feliz al ayudar para que se recupere lo más que se pueda.
«Inundaciones, accidentes de tránsito, incendios, caídas… nos llaman y ahí estamos. Son tragedias, lamentables sucesos, pero si no existiéramos nosotros, si no tuviéramos la preparación requerida, ¿a quién llamarían? Yo quiero estar listo siempre».
Es el pueblo uniformado, dijo Camilo Cienfuegos en una ocasión, y Fidel lo ratificó después.