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La historia de los CDR contada por Ventura

Un abogado y escritor holguinero, empeñó su palabra por la Revolución. De su autoría son cuatro textos imprescindibles sobre la mayor organización de masas del país

Autor:

Nelson Rodríguez Roque

SI alguien le sabe a la historia de los Comités de Defensa de la Revolución ese es el abogado y escritor holguinero Ventura Carballido Pupo, de 77 años de edad. Apenas un joven lleno de entusiasmo hace 59 años, este historiador de la mayor organización de masas del país todavía se siente en condiciones de extender sus textos cederistas, hasta ahora cuatro: Los CDR savia del pueblo, Nacimiento entre petardos, La génesis fecunda y Guardianes de medio siglo.

Jubilado formalmente, mas no retirado, conserva mucha de aquella lozanía que peleó contra bandidos o protegió una bodega de las garras contrarrevolucionarias. Fue fundador de los CDR en Holguín. En aquel tiempo, residía en La Chomba (hoy reparto Alcides Pino). Allí ayudó a crear los primeros comités holguineros, en 1960.

Ahí, lo hicieron jefe de grupo, al mando de varios CDR de los barrios Vista Alegre y Alcides Pino. Como se incrementaban los cederistas, la ciudad se dividió en cuatro zonas, y le tocó dirigir la Norte. Fueron familias las primeras formas de organización, rememora, mientras hojea uno de sus libros.

Fidel regresaba del XV Período de Sesiones de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, en Nueva York, donde estuvo diez días. Ventura Carballido ha podido demostrar que, como el Jefe de la Revolución no era hombre de improvisaciones, no venía decidido a fundar los CDR: «Entonces se organizó, el 28 de septiembre de 1960, un acto de bienvenida en el antiguo Palacio Presidencial. Explotaron dos petardos en los jardines de esa instalación, en el primero hubo un alto, y luego sonó el otro. Sin embargo, como el Comandante en Jefe se percató de la valentía del pueblo presente, hizo el célebre llamado de crear el sistema de vigilancia revolucionaria».

Los CDR, apunta el historiador, nacieron sin estructura u organización; «la misma contrarrevolución hizo que surgieran». A dos días de ocurrir el hecho del Palacio Presidencial, Fidel se pronunció en la CMQ sobre crear una organización cederista, la cual, primeramente, se originó en casas, manzanas, edificios o centros de trabajo. En cada provincia, comenzaron a fundarse estructuras, diferentes en los territorios.

En Holguín, el 14 de octubre de ese año, se creó el Comité Central Municipal de la Vigilancia Revolucionaria, integrado por 15 compañeros (Ventura Carballido fue uno de sus miembros), de los cuales ya han fallecido 12. Los CDR, con el paso del tiempo, se convirtieron en una organización de masas decisiva, involucrados en muchos frentes de trabajo, inclusive, el administrativo. La Revolución y su líder les encomendaron a los cederistas muchas tareas.

«En 1961, con motivo de las celebraciones del 26 de Julio, el entonces ministro de las FAR, General de Ejército Raúl Castro, en Santiago de Cuba, exhortó a crear 100 000 CDR y sumar 500 000 vigilantes, a fin de enfrentar dos importantes faenas del momento, el Censo para distribuir Manteca y la Campaña de Alfabetización», explica.

Carballido Pupo asegura que los CDR fueron «una escuela de Revolución para mí porque, además de ser fundador, fui seleccionado alumno de la primera escuela nacional de instrucción revolucionaria, en La Habana. Tenía como instrucción un 6to. grado y tuve que estudiar hasta Filosofía».

Según el destacado historiador los CDR perdurarán toda la vida, pues soy del criterio que tendremos Revolución siempre. «Hoy, al cabo de 59 años, en este período en que estamos, de contingencia energética, los cederistas continúan siendo útiles. Si el enemigo osara alguna acción directa contra Cuba, defenderíamos cuadra a cuadra la Revolución, porque seguimos teniendo fortaleza en esta organización vecinal revolucionaria».

 

¿De qué tratan los libros?

Los CDR savia del pueblo (2008): Es una conceptualización del pensamiento del Comandante en Jefe sobre los CDR, una caracterización de los principales frentes de trabajo y de la primera dirección nacional que se creó.

Nacimiento entre petardos (2009): Fue publicado en Venezuela, patrocinado por el Parlamento Latinoamericano y Caribeño. Lo considero el más completo de la historia de los CDR, pues recoge cada frente de trabajo cederista e insiste en la importancia del surgimiento de estos, a partir de la acción y el pensamiento fidelistas.

Esta obra sale a la luz inspirada en el decidido apoyo brindado por el entonces Segundo Secretario del Comité Central del Partido, el General de Ejército, ante una propuesta mía, en el VI Congreso de los CDR (2003), para rescatar la Historia cederista, que yo consideraba corría el riesgo de perderse. He recibido muchas misiones, pero esta de Raúl la considero la más importante y comprometedora. Recorrí casi todo el país en busca de información.

La génesis fecunda (2010): En esencia, ese libro recoge la historia de la formación de los CDR en territorio holguinero. Aparecen en este los fundadores y todos los que se unieron en los primeros tiempos. Hay anécdotas como las charlas que dimos en la emisora holguinera durante un año, fundamentalmente, sobre Salud Pública, Vigilancia, Acción Enemiga, Apertura de Cuentas Bancarias…

Guardianes de medio siglo (2013): Es un breve resumen de los 50 primeros años de vida cederista. Recoge, por ejemplo, facetas relacionadas a las vividas durante el Período Especial. Contiene importantes estadísticas de la participación de los CDR en importantes encargos estatales. Estos cuatro libros se los enviamos al General de Ejército. Rafael Ávila, con quien escribí esos textos, decidimos renunciar al pago del derecho de autor.

Los cuatro libros.

 

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