Acela de los Santos Tamayo, entrañable amiga y compañera de Vilma, le rinde tributo ante el monolito que guarda sus cenizas. Autor: Jorge Luis Guibert Publicado: 21/09/2017 | 06:06 pm
MAYARÍ ARRIBA, Santiago de Cuba.— Otra vez el amanecer en la base de la loma de Mícara fue de llovizna, recuerdos, heroísmo. Vilma Espín Guillois, la eterna guerrillera de la Patria, compañera de la audacia y la ternura, paradigma de lucha por la justicia e igualdad, cumplió este 7 de abril 85 años.
Por eso, antes que el sol iluminara la serranía, las mujeres del Segundo Frente —la zona montañosa que ayudó a liberar—, hembras curtidas por la vida del campo y muchachas veinteañeras, marcharon desde el poblado cabecera hasta el Mausoleo a los Héroes y Mártires del II Frente, para rendirle tributo en este nuevo cumpleaños.
Allí, ante el monolito que atesora sus cenizas, a las mayariceras se unieron Olga Lidia Tapia, integrante del Secretariado del Comité Central del Partido; el Héroe de la República de Cuba Antonio Guerrero, de la mano de su madre Mirta Rodríguez; las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en tierra santiaguera; Asela de los Santos, Electra Fernández…, sus compañeras de mil batallas; dirigentes de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y una representación de cubanas de diferentes sectores y generaciones, convocadas por su ejemplo.
Entre versos y las eternas melodías que llenaron la banda sonora de la vida de esta mujer ejemplar, se habló de la joven que cambió las comodidades del hogar por la lucha libertaria en las calles santiagueras o en la Sierra Cristal.
Se supo de la sensibilidad y entrega de la amiga de Frank, amante de las ciencias y del buen arte, de la fundadora de la FMC, cuyas ideas sobre el papel de la mujer y la familia son aportes indiscutibles a la plataforma cubana por la igualdad; de la madre admirable, amiga siempre atenta, de la formadora de dirigentes.
Vilma vive en la obra que fundó, en las ideas en las que siempre creyó y a las que dedicó sus más humanos sentimientos, y perpetuar su legado es estar a la altura de estos tiempos, enfatizó la secretaria general de la FMC, Teresa Amarelle Boué, al resumir el emotivo acto conmemorativo por el cumpleaños 85 de la Heroína.
Su ejemplo está hoy más presente que nunca entre las nuevas generaciones, sentenció la estudiante de 5to. año de Medicina Mileydis Lescaylle, y la huella de aquella vida plena, consagrada a la lucha transformadora, iluminó el futuro de la Patria.
En el ambiente de una mañana de recuerdo y compromiso de las federadas con su eterna Presidenta, se manifestó también el apoyo a la República Bolivariana de Venezuela, acusada injustamente de representar una amenaza para la seguridad de Estados Unidos.
Como colofón, se presentó el libro Vilma Espín: el fuego de la libertad, selección comentada de fragmentos de discursos, entrevistas y documentos de la Heroína, que dejan ver su pensamiento de avanzada sobre diversos tópicos, una compilación de la autoría de Yolanda Ferrer y Carolina Aguilar.
En el Memorial Vilma Espín, centro dedicado desde hace cinco años a promover su legado entre las nuevas generaciones, desde la que fuera su casa, se inauguró una exposición con objetos personales de Vilma en una tarde de intercambios y remembranzas.
La noche se hizo al homenaje desde la polifonía, y la sala Dolores fue el mejor escenario para un concierto especial en el que coros de la ciudad —entre ellos la Coral Universitaria, de la que Vilma formara parte en sus tiempos de estudiante de la Universidad de Oriente— evocaron desde la música su exquisita sensibilidad.