La transformación económica debemos desarrollarla mirando a Carlos Marx y llevando a la práctica los valores morales dentro de una realidad tan cambiante como la nuestra. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 05:45 pm
Algunos cubanos no conocen los clásicos del marxismo, pero hacen más que muchos teóricos por el proyecto económico socialista. Sin embargo, las ideas de Carlos Marx en ocasiones se convierten en cliché y no se aprovechan lo suficiente para apropiarse de la realidad.
Con estas palabras, el joven abogado Harold Bertot intervino en el Diálogo de Generaciones convocado por el Movimiento Juvenil Martiano, el cual tuvo lugar este martes en el centro cultural librería Alma Mater, con el propósito de intercambiar sobre la necesidad del marxismo y la cultura política.
El debate se centró en el marxismo que necesitan los tiempos actuales y contó con la presencia de los doctores Talía Fung y Vicente Julio Arranz, así como motivó las opiniones de varios jóvenes universitarios y otros asistentes a la cita.
Yusuam Palacios, presidente del Movimiento, se refirió al criterio extendido de que la interpretación y aplicación del marxismo ha estado regida por el dogmatismo, aun cuando se necesita interpretarlo desde nuestra visión práctica.
Cuando se habla de la batalla económica a la que se refirió el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, debemos desarrollarla mirando a Carlos Marx y llevando a la práctica los valores morales dentro de una realidad tan cambiante como la nuestra, expresó la profesora Talía Fung. ¿Cuánta conciencia de esta necesidad se tiene en Cuba?, se cuestionó ella ante los planteamientos del público.
También recordó que la tan citada crisis de esta corriente filosófica existe desde su surgimiento, aunque fue defendida con la convicción propia de todo descubridor, pues el pensador alemán vio la importancia de transformar la realidad además de pensarla.
La investigadora realizó un recorrido por los máximos defensores de esta corriente y analizó cómo su interpretación ha variado con el tiempo, por lo que consideró que no se trata de crisis del paradigma, sino de la necesidad de que la teoría se transforme junto a la sociedad.
Vicente Julio Arranz resaltó el auge mundial del marxismo en este siglo, un creciente interés que, por el ánimo de superarlo, también ha causado malas interpretaciones de esa filosofía.
Aunque un pensamiento sea puro, el cambio social solo ocurre por la acción de los individuos, y es ahí donde no puede perderse la esencia. Los investigadores insistieron en el peligro de que existan supuestos sujetos apolíticos y advirtieron sobre las consecuencias que esta desmotivación puede tener en la sociedad cubana, al favorecerse así el divorcio entre el proyecto personal y el social.