La batalla contra la corrupción se gana en la base, con la participación de todos los colectivos laborales, a los cuales la administración debe aportar información suficiente sobre el desenvolvimiento de su entidad, señaló la contralora general de la República, Gladys Bejerano Portela.
Durante la inauguración del VIII Curso internacional Herramientas de prevención y control en el enfrentamiento de la corrupción administrativa. Experiencia cubana, la también Vicepresidenta del Consejo de Estado argumentó que alrededor del 76 por ciento de los hechos de corrupción en el país ocurren a nivel de unidad de base.
En la conferencia inaugural del Curso, que concluirá el próximo viernes, Bejerano Portela reflexionó que la corrupción es un proceso acumulativo que tiene su raíz en hechos como la indiferencia, la falta de control, las indisciplinas sociales y las ilegalidades.
Como han explicado los líderes cubanos, la corrupción es uno de los principales enemigos de la Revolución, expuso Bejerano Portela, para quien crear y fortalecer los valores es una garantía en la construcción de un socialismo próspero y sostenible.
Explicó que las deficiencias más reiteradas y significativas que afectan son la falta de orden, disciplina y exigencia. Señaló que frenar y liquidar la corrupción implica que la administración comprenda que es sujeto y también actor principal del control.
El Curso es organizado por la Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores (Olacefs) y la Contraloría General de la República de Cuba, como subsede de estos encuentros. Asisten delegados de casi una decena de países de la región, entre ellos Gabriel Herbas Camacho, contralor general de Bolivia.
Durante el inicio de su conferencia, la Vicepresidenta cubana puso especial énfasis en el sistema electoral del país, una herramienta fundamental —dijo— en la lucha contra la corrupción, debido a que los delegados y diputados del Poder Popular, propuestos y elegidos por el pueblo, no reciben ninguna remuneración económica por ejercer el cargo y están obligados a rendir cuentas de forma sistemática.
La agenda del Curso internacional incluye encuentros con la sociedad civil y visitas a consejos populares, donde se intercambiarán experiencias con delegados y la población.