Los asistentes al encuentro también visitaron varios sitios históricos, entre ellos el lugar donde las tropas de Antonio Maceo se reunieron con las del general Juan Rius Rivera. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 21/09/2017 | 05:34 pm
PINAR DEL RÍO.— No puede contarse todo. Pero de Fabiana hay que hablar. De la forma en que bajó la cabeza y puso esa mirada de los niños al ser heridos cuando los muchachos alojados en su casa le dijeron que se iban.
Los delegados de Pinar del Río, La Habana, Artemisa, Mayabeque, Isla de la Juventud y Matanzas volvieron a sus provincias con el Apóstol más dentro y con el recuerdo de Fabiana, la niña de cuatro años que se volvió inolvidable junto a la localidad de Sandino, amiga de los martianos participantes en el Segundo Encuentro Regional Occidental del Consejo de Jóvenes Plaza Martiana.
Los habitantes de la comunidad Villa Bolívar, sitio ideado por Fidel y el Comandante Chávez para los afectados por el paso de los huracanes Isidore, Lili e Iván y donde él realizó una de las emisiones de su programa Aló Presidente, regalaron su talento a los jóvenes que traían a Martí como bandera.
Adolescentes y pioneros de la escuela Rafael María de Mendive mostraron su acercamiento al Apóstol a través del arte y se insertaron en el debate de los delegados sobre las actividades que promueve Plaza Martiana durante el año.
La vida de Ismaelillo, la relación entre José Martí y Ho Chi Minh, el análisis de la filosofía martiana y su vínculo con Karl Marx, así como la presentación de proyectos locales que apoyan ese sentimiento que debe ser el Apóstol en cada joven, ocuparon momentos del encuentro.
Futuros médicos analizaron la presencia que tuvo el tema médico en el periódico Patria, y específicamente en su sección En Casa; y el joven Daymar Verdecia obsequió una obra de la plástica que expresa a Martí a través de sus manos.
La escultura, nombrada La bota de Meñique, reconoció el acercamiento preciso y apasionado a la vida de José Martí del estudiante de Medicina Rigoberto Sánchez quien, como buen martiano, se desprendió del trofeo para obsequiarlo a su profesor como muestra de agradecimiento.
«Nacido en una aldea, nunca pensé que montaría un avión, comería tres veces al día y cumpliría el sueño de estudiar Medicina. Lo hice gracias a Chávez», expresó uno de los estudiantes venezolanos de la Facultad de Ciencias Médicas de Pinar del Río, luego de referirse a la influencia de las ideas martianas en el inmortal Comandante venezolano.
«¡Qué hermosa la gratitud de los niños!», sentenció el Apóstol. Fabiana dice adiós desde su balcón. En sus ojos está la nobleza, sencillez y transparencia de los habitantes de Sandino, principal trofeo que ostentó el Segundo Encuentro Regional del Consejo de Jóvenes Plaza Martiana. «Cuando mucha gente se reúne a sentir bien, la intensidad de nobleza en las almas parece traducirse fuera de ellas en intensidad de hermosura y luz», vuelve a decir Martí.