SANTA CLARA, Villa Clara.— El verdadero congreso de la FEU tiene lugar en las brigadas y universidades, porque participa de manera activa la membresía estudiantil y los dirigentes de las organizaciones, enfatizó aquí Olga Lidia Tapia Iglesias, integrante del Secretariado del Comité Central del Partido.
La dirigente precisó que en ese análisis, que examina los problemas e interioridades de las universidades, participan también el Ministerio de Educación, el Partido y la UJC.
Tapia Iglesias habló aquí en la Asamblea VIII Congreso de la FEU de la Universidad villareña, en la cual subrayó que los planteamientos de los estudiantes en las brigadas y los resúmenes de facultades, muestran un conjunto de problemas organizativos, de comunicación, que hay que revisar para lograr en las instituciones la armonía en el funcionamiento no solo de la FEU, sino del resto de las organizaciones políticas y de masas.
Significó que hay falta de conocimiento y argumentación, y se debe saber cómo impactan en cada lugar, incluidas las universidades, los cambios que se llevan a cabo en el país en las esferas económica y social.
Tras destacar el seguimiento que se le da a los planteamientos de los universitarios, calificó de excelente la asamblea de la Universidad de Las Villas que cuenta con estudiantes responsables y una institución con un trabajo coherente.
La asamblea de esta Universidad fue un repaso sobre cómo transcurre la vida en la institución. Lo escuchado confirmó que nadie dejó, para comentarios de pasillo, sus preocupaciones por espinosas que fueran.
La sinceridad, esa cualidad tan saludable, reinó entre los participantes, quienes hablaron en torno a las dificultades que los agobian, pero también sugiriendo cómo salir adelante.
La médula del debate estuvo en desnudar las deficiencias de la FEU, falta de liderazgo de un grupo de sus dirigentes y de acercamiento de estos a la base, que se resuelvan las dificultades en relación con el uso de Internet, que se sea más flexible en la exigencia del 20 por ciento de asistencia a las aulas, así como instrumentar una práctica laboral eficiente, y que la ubicación al graduarse esté en correspondencia con el perfil de la carrera.
Sobre el particular, el estudiante Miguel Hernández precisó que se pasan cinco años estudiando y a algunos los ubican después en centros donde no hacen falta, prácticamente.
Este criterio lo compartieron un grupo de delegados, mientras tuvo consenso la necesidad de priorizar a los estudiantes de primer año en el conocimiento del reglamento y los estatutos de la FEU, y respetar el principio de incorporación voluntaria a la organización.
Según razonó Irene Pascual Kiusurina, presidenta de la organización estudiantil en la Universidad villareña, resulta vital un buen funcionamiento de la brigada, como vía de afianzar el trabajo político-ideológico, así como el papel protagónico que deben jugar los estudiantes en la selección de los temas de los debates históricos contemporáneos.
Lisandra Corona Oliveros, presidenta nacional de la FEU, reconoció que hay cosas de la organización que deben cambiar para afianzar su credibilidad, y el sentido de pertenencia de los estudiantes. Subrayó que a la federación la distingue la unidad, y que las críticas que recibe muestra a las claras que los universitarios la sienten como su organización.
Destacó que ninguno de los planteamientos —se han hecho más de 17 mil en el país—, se va a quedar sin respuesta, y que será necesario darle más potestad a los dirigentes provinciales de la FEU y los de las universidades.
Se encontraban presentes, además, Yuniasky Crespo Baquero, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC; Jorge Alberto Hurtado Mena, miembro del Buró del Partido en Villa Clara, y Yasser Hurtado Chinea, máximo dirigente de la organización política juvenil en Villa Clara.