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La presidenta de la Federación Cubana de Atletismo, María Caridad Colón, evaluó positivamente los resultados y la organización del Campeonato Nacional, pese a las dificultades que lo rodearon. Autor: Del Autor Publicado: 17/06/2025 | 09:00 pm
Los próximos meses serán retadores para el atletismo cubano. Con vistas a llegar en óptima forma deportiva y conseguir nuevos boletos para el Campeonato Mundial de Tokio, en septiembre, los atletas sacaron chispas en las pruebas de campo y pista, en el Estadio Panamericano de La Habana, durante la Copa Cuba y el Barrientos.
Luego de varias jornadas agotadoras y competitivas, la recientemente electa presidenta de la Federación Cubana de este deporte, María Caridad Colón, conversó amablemente con Juventud Rebelde sobre el presente del atletismo, la gira de verano y los próximos retos internacionales para Cuba.
—Los dos primeros campeonatos bajo su dirección, ¿cómo valora los eventos y los resultados?
—La Copa Cuba tiene un alcance nacional. Las limitaciones económicas influyeron sobre el número de participantes, pero el evento gozó de buena calidad y cumplió con nuestras expectativas previas. Los atletas se entregaron y esperamos que sigan mejorando. Los resultados fueron halagüeños para muchos, nuevas marcas personales, actuaciones consagratorias y pasajes al mundial como el de Greisys Robles. También el salto de Maykel Massó (8.05 m) inspira muchísimo, no solo a él, sino a los jóvenes que ven el reflejo del esfuerzo, la dedicación y el no rendirse ante las dificultades con esa lesión tan grave que tuvo.
«Hay atletas muy jóvenes y con buen físico. Me han impresionado las vallistas y otros. Estamos haciendo cosas distintas, que peguen, porque los jóvenes tienen otra manera de pensar. Hemos sufrido déficit de muchas cosas y errores que estamos corrigiendo. Debe hacerse pronto porque el deporte no espera, y lo que no haces hoy, mañana no lo recuperas. Realizaremos análisis profundos junto a la comisión, jefes técnicos y entrenadores».
—Estuvo muy pendiente de la prueba del lanzamiento de la jabalina, ¿cómo ve el presente de esta prueba en Cuba?
—Siempre atenta. Anteriormente venía seguido a ver mi lanzamiento de la jabalina. Realmente los resultados no han sido buenos. No tenemos un grupo de lanzadores con calidad como en mi época o posterior a ella, que se disfrutaba mucho. Los lanzamientos eran una competencia durísima, casi como un mundial, porque las marcas estaban por encima de 65 metros. Se ganaba pero era muy difícil. Ahora está un poco deprimida, aunque vamos trabajando en proyectos, vinculándonos con entrenadores de experiencia. El proceso de desarrollo de la jabalina es muy lento. Creo que en dos años podremos
hablar de avances. No me refiero a una campeona olímpica, pero se rescatará. Lleva un trabajo bien fuerte.
—La coincidencia en tiempo de las copas y la gira internacional provocó ausencias significativas en los torneos nacionales, ¿se consideró cambiar la fecha?
—Se previó, pero al valorar las condiciones y las fechas posibles, hubiésemos tenido que suspender la Copa Cuba. Se cancelaron eventos nacionales por la situación económica y decidimos ponerla junto al Barrientos porque el país está muy presionado con el combustible. No alcanzamos el número de participantes deseados; no tuvimos la posibilidad
de más transporte y no se podían trasladar muchas personas y, además, hubo torneos internacionales que no estaban en planes y aparecieron. El próximo año ajustaremos. Siempre intentaremos celebrar las competencias.
—En la gira de verano hay dos ausencias llamativas por sus buenos resultados: Luis Zayas y Anisleidis Ochoa, ¿por qué no se incluyeron en esa preselección?
—Te daré una apreciación personal. El mundo del atletismo ha cambiado. No van solo las primeras figuras. Hablamos con los organizadores de las competencias y ellos los escogen de acuerdo con el ranking. Por ejemplo, Zayas no ha saltado ni ha participado en más competencias porque estuvo lesionado. Son motivos que ellos ponen. Anisleidis no tiene la posición necesaria en el ranking mundial, entonces hicimos una excepción con ella y asistió a varios maratones. Posiblemente aparezcan otros, pero la gira es complicada.
«Los atletas que van deben tener marcas. Hay una preselección, pero no significa que todos irán. Es difícil no solo para los cubanos, sino para cualquiera. Ves paradas de la Liga del Diamante en las que no están las estrellas. Depende de los organizadores. Si no los piden, deben quedarse a entrenar en Cuba y buscar la manera de clasificar al Mundial. Si el atleta no hace la marca, se entra por el ranking. Necesitamos trabajar en una táctica, en la planificación y en las relaciones».
—Cada vez más cerca los Juegos Panamericanos Júnior y el Mundial de Tokio. ¿Qué aspiraciones de medallas tiene Cuba?
—En el Mundial tenemos a los saltadores, que están a la vanguardia del
atletismo. En el Panamericano Júnior hay unos cuantos muchachos que lucharán por medallas porque están bien ubicados en el ranking, entre el uno y el dos. Están los vallistas, los saltadores, los lanzadores y el decatlón con Josmi Sánchez. Son muchachos menores de 20 años que son la reserva y la base para los futuros Juegos Olímpicos. Eso esperamos y seguramente traerán preseas.
