Olivia América Cano Castro ha dedicado buena parte de su vida a estudiar la trayectoria de la familia de Martí. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 05:31 pm
«Nada más justo que dejar en punto de verdad las cosas de la historia», dijo José Martí en un artículo bajo el título A la colonia española, en la Revista Universal, de México, en 1876. Y lo cierto es que hay un punto de la historia del Héroe Nacional cubano que, como diría el poeta José Lezama Lima, es otro de los «misterios que nos acompaña».
Indicios en el expediente militar del padre del Apóstol, Mariano Martí Navarro, encontrado en España, han avivado el debate sobre el lugar donde nació el Héroe Nacional el 28 de enero de 1853, pues ya en otras oportunidades surgieron dudas acerca de que ese hecho trascendental de la historia nacional haya ocurrido en la casita de la calle de Paula.
El documento con los curiosos detalles lo obtuvo, en el año 2006, la historiadora cubana Olivia América Cano Castro —biógrafa de doña Leonor, la madre del Apóstol— gracias a la gestión indagadora del Doctor Manuel de Paz, catedrático de Historia de América de la Universidad de La Laguna, en Santa Cruz de Tenerife.
La académica lo transcribió y el importante escritor e investigador martiano Luis García Pascual reprodujo una parte en la página 45 de su libro José Martí. Documentos familiares, publicado en 2008 por la Casa Editora Abril.
«Dos notas que contiene ese expediente, inclinan, inevitablemente, a reabrir el análisis del tema de si Martí nació o no en La Cabaña», comentó la historiadora.
En la primera de esas anotaciones en el expediente militar se dice: «(…) El Ministerio pide Certificado de la Orden por la que se obligaba a los Sargentos Primeros de Artillería destacados en la Fortaleza de La Cabaña (Habana) a residir en dicha Fortaleza».
Y en el otro: «Certificado en que conste que ha estado hospitalizada en la Enfermería de la Fortaleza de La Cabaña o Castillo del Morro de La Habana, Doña Leonor Pérez Cabrera, esposa del sargento D. Mariano Martí Navarro, en los alumbramientos de un niño y una niña, ocurridos el 28 de enero de 1853 y 29 de julio de 1854, respectivamente…».
Casi sobre la firma de autenticidad del documento hay una acotación que dice: «No hay nada». Y se concluye: «Certifico que la presente fotocopia es reproducción del documento que se custodia en este archivo, sección 1: división-legajo M-931 y consta de ocho folios. Segovia a 5 de octubre de 2006. El Coronel Director Fdo. José Ignacio Vázquez Montón».
La historiadora supone que tal «Ministerio» que solicitó la confirmación tiene que haber sido el de Defensa. Y que no haber encontrado los datos para los certificados pedidos, después de más de un siglo y medio, si bien no permite demostrar el nacimiento de Martí en La Cabaña, tampoco es suficiente para negarlo, considerando la burocracia militar española de aquella época.
Debate en dos épocas
La estudiosa Olivia América Cano, en entrevista con este diario, abordó el origen y el resurgimiento de la hipótesis de que Martí nació en la fortaleza San Carlos de La Cabaña, edificación que comenzó a construirse el 4 de noviembre de 1763 y se terminó en 1774.
«La primera persona que tocó públicamente ese tema fue el doctor Gonzalo de Quesada y Miranda, hijo de Gonzalo de Quesada y Aróstegui, el secretario personal del Maestro en Estados Unidos», apunta Olivia.
A Gonzalo de Quesada y Miranda —según la entrevistada— la versión de que Martí había nacido en La Cabaña se la dio el matrimonio cubano formado por Miguel Fernández Ledesma y Ángela del Castillo Agramonte, y también su hija Isabel Carolina Fernández del Castillo, «Cocola», y su esposo Emilio D. Cassi, todo comentado en la casa de ellos, en Nueva York, donde fue alojado el Apóstol al llegar a esa urbe, el 3 de enero de 1880.
«Miguel Fernández Ledesma (quien murió en febrero de 1891) había compartido grilletes como presidiario político junto al adolescente Martí en las canteras de San Lázaro. Y años después conversó en su casa neoyorquina con don Mariano, cuando el 31 de octubre de 1883 se le celebró allí el cumpleaños 68 de este, presente también Martí. Había nacido Mariano en Valencia, España, ese día de 1815», refiere Olivia.
Explica la estudiosa que al conocer esas consideraciones sobre la cuna del más universal de los cubanos, Quesada y Miranda pidió públicamente, a fines de 1939, que la Academia de la Historia de Cuba lo esclareciera.
Orientó a la señora Sara del Prado, jefa del Negociado de Relaciones Culturales de la Secretaría de Educación y secretaria de la Asociación de Damas José Martí, que se dirigiera a la Academia, lo que ella hizo el 27 de octubre de 1939. Y ya el 23 de noviembre la institución designó, con ese fin, una Comisión formada por los señores Joaquín Llaverías, Emilio Roig de Leuchsenring, y el propio Gonzalo de Quesada y Miranda.
Pidieron los tres datos, fotos, antecedentes y testimonios a Arturo R. de Carricarte, director del Museo José Martí; a Raúl García Martí, sobrino del Apóstol, hijo de Amelia (única hermana sobreviviente del Maestro); a Juan Luis, José Antonio y Sebastián Gelabert Barruete, hijos de Sebastián Gelabert Ferrer —ya fallecido entonces— y antiguo dueño de la casa de Paula 41; a Enrique H. Moreno, periodista retirado y al doctor Emeterio S. Santovenia, Notario Público.
Según Olivia, el informe final de la indagación consignó: «(…) El señor Gonzalo de Quesada y Miranda (…) informa (…) que las dudas que pudo tener sobre el lugar exacto del nacimiento del Apóstol se debieron, en primer término, a la versión que le diera el señor Emilio D. Cassi y de la cual habla también en su carta el doctor José Antonio Gelabert en el sentido de que Martí hubiese nacido en el barracón 7 de La Cabaña, (…) donde se encontraba destacado el padre de Martí (…) sargento primero del Real Cuerpo de Artillería.
«También sostenían el señor Cassi y su esposa que el hecho de haber sido bautizado Martí en la Iglesia del Santo Ángel Custodio, en vez de en la del Espíritu Santo (que correspondía al barrio de la casa de Paula) robustecía la afirmación arriba mencionada.
«El señor Quesada y Miranda —continúa aquel texto— encontró entre los documentos que se conservan en el Archivo Nacional un legajo del año 1865, sobre las fortificaciones de La Habana, donde consta que en La Cabaña no solo existían cuarteles para tropas (…) sino también una capilla y otras dependencias, lo cual podía inducir a creer que había cierta verosimilitud en lo afirmado (…).
«Igualmente (sigue el informe) al señor Quesada le llamó la atención que en el archivo de Martí, que este le legara a su padre Gonzalo de Quesada y Aróstegui, el Maestro, entre sus apuntes íntimos no menciona para nada la calle donde naciera, recordando sin embargo sus primeras impresiones de la calle Refugio (…) (Refugio No. 11).
«Sin embargo (afirma la comisión) el señor Quesada (…) nunca halló ningún dato que justificara tales versiones».
Termina el informe diciendo que «(…) es necesario hacer constar que no existe o no se ha presentado ningún documento suscrito directamente por Leonor Pérez Cabrera, la madre de Martí, donde esta hiciera constar que su hijo nació en Paula 41 (…). A lo anterior habría que agregar que tampoco existe documento alguno de la madre del Héroe que certifique que su hijo nació en La Cabaña.
La comisión declaró —aunque parezca que contradice el párrafo anterior— que «agotados todos los medios de investigación propuestos y considerados pertinentes, y después de medir cuidadosamente los antecedentes presentados a la misma, se llega a la conclusión de que evidentemente no se ha aportado ninguno que permita variar la versión hasta ahora aceptada como cierta de que José Martí y Pérez, Apóstol de las libertades cubanas, nació en la casa de Paula 41 (…) La Habana, 16 de agosto de 1940». Y firman los tres miembros del colectivo investigador.
También, en Pifias sobre Martí, entrevista de este periodista al acucioso investigador martiano Luis García Pascual, publicada en Juventud Rebelde el 12 de noviembre de 2004, este comentó que «Blanche Zacharie de Baralt, en cierta ocasión, publicó que don Mariano, el padre de Martí, le había dicho que su hijo Pepe había nacido en La Cabaña, pero la que nació allí fue su hija Leonor (…)».
La señora Blanche Zacharie era muy amiga de la familia.
Olivia América sugiere tener muy en cuenta que Gonzalo de Quesada y Miranda (Washington, 2 de marzo de 1900-La Habana, 12 de septiembre de 1976) fue el autor de los tres tomos de Los papeles de Martí, editado por la Academia de la Historia de Cuba entre 1933 y 1935; de la primera edición de las Obras Completas de Martí, en la Editorial Trópico, por esa misma época, y de los libros Las facetas de Martí (1939), Martí hombre (1940) y La interrogante de Dos Ríos (Anuario Martiano número 6, de 1976).
Crédito e incertidumbre
La creación de una comisión investigadora y la publicación íntegra de su informe en los Anales de la Academia de la Historia de Cuba, en 1942, es visto por la historiadora Olivia América Cano como una demostración de que Gonzalo de Quesada y Miranda concedió cierto crédito a la afirmación de que Martí nació en La Cabaña.
«Cuando Gonzalo de Quesada pidió crear la comisión investigadora, no se conocía el Expediente Militar de Mariano que, aunque con dos solicitudes de personas incógnitas y no satisfechas, retoma esa duda histórica», refiere la entrevistada.
Se conoce, por indagaciones hechas por la investigadora, que en 1868 Don Mariano visitó La Cabaña en gestiones de trabajo, para ver allí a sus antiguos compañeros de armas, y llevó consigo a su único hijo varón.