Al filo de las siete de la noche de este sábado, aunque a intervalos, llovía intensamente en varias zonas de Guantánamo, provincia por donde entró la tormenta tropical Isaac; y, una parte de las cerca de 3 000 personas que se protegieron en casa de familiares y amistades de los fuertes vientos y de las precipitaciones, regresaban a sus hogares sin que se reportaran incidencias.
Las afectaciones más notables se reportan en Baracoa, por penetraciones del mar que ocasionaron el derrumbe de dos viviendas e interrupciones eléctricas y telefónicas, según se supo en la reunión del Consejo de Defensa Provincial presidida por el viceministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), general de cuerpo de ejército Ramón Espinosa Martín.
También trascendió que los vacacionistas que se encontraban en los campismos El Yunque, de la Primada; y Cajobabo, de Imías, fueron trasladados a sus hogares.
Luis Antonio Torres Iríbar, presidente del Consejo de Defensa en Guantánamo, dijo que nadie podía desmovilizarse, porque aunque la tormenta se fue de esta parte del país, nos quedan las lluvias y es preciso mantener la observación en todos los lugares donde las precipitaciones son notables.
Entre las medidas adoptadas para evitar daños a las personas y a la economía, se encuentran el alistamiento de plantas generadoras de electricidad, ubicación de parejas de linieros en las zonas montañosas, así como la protección y ubicación de medios ingenieros en la carretera La Farola, que enlaza a la ciudad de Baracoa con el resto de la provincia. También fueron suspendidas las intervenciones quirúrgicas no urgentes en los hospitales.
Este diario estableció además contacto telefónico con vecinos de Baracoa. Liudmila Vilató Frómeta narró que lo que más la impactó fueron las penetraciones del mar por el malecón y la altura de las olas al mediodía de este sábado.
Entre las 11 y 12 del día, añadió esta joven, se sintieron las rachas más fuertes de los vientos, que según informó el Instituto de Meteorología, alcanzaron máximos sostenidos de 93 kilómetros por hora.
Aunque Isaac abandonara la Isla por la zona holguinera de la playa de Guardalavaca en horas de esta tarde, se mantuvieron las lluvias, intensas en algunas zonas, así como las inundaciones costeras y los vientos fuertes en las siguientes horas.
La prevención no sabe de excesos
Más de 20 300 holguineros decidieron evacuarse en casa de familiares o amigos, como resultado de las disímiles medidas adoptadas en los 14 consejos de defensa activados en la provincia desde el pasado viernes, ante la cercanía de Isaac.
El grueso de esos lugareños asumió conscientemente las orientaciones emitidas por la Defensa Civil, reflejo de la cultura adquirida por la población en las últimas décadas.
En correspondencia con la situación del clima y las características de cada lugar,
solamente unos 382 holguineros habían necesitado albergarse en centros de evacuación donde, además, reciben aseguramientos de alimentación y atención médica.
En Granma tampoco se bajó la guardia, prácticamente con el canto de los gallos comenzó una sesión de trabajo del Consejo de Defensa Provincial. En la reunión de ese órgano, encabezado por su presidenta, Sonia Virgen Pérez, se precisaron detalles ante las posibles lluvias de la jornada.
Sin embargo, la mayor parte del sábado transcurrió en esta provincia con una cantidad de precipitaciones mucho menor a la esperada. Una noticia no tan halagüeña atendiendo a la situación de los embalses del territorio, que en su conjunto no llegan al 35 por ciento de su capacidad.
No obstante, en Granma se sigue insistiendo en la necesidad de extremar las medidas higiénico-sanitarias para prevenir las enfermedades diarreicas agudas y la proliferación de vectores tan peligrosos como el mosquito Aedes aegypti.
Sobre ese particular, Pérez Mojena enfatizó que ante las lluvias y la consiguiente turbiedad del agua hay que realizar todo tipo de acciones con el fin de evitar brotes epidémicos.
Una de las medidas tomadas en el territorio fue el movimiento de los residentes en la comunidad de Cabezada, ubicada muy cerca de la desembocadura del río Cauto. Los residentes en ese pequeño y peculiar poblado reciben resguardo y todos los cuidados en el centro mixto de enseñanza Batalla de Guisa, de la cabecera municipal.
En zonas costeras de Niquero y Pilón existía la posibilidad de grandes marejadas. Y previendo esa coyuntura se han redoblado las medidas para preservar los bienes y las vidas humanas.
Como un reloj
En Las Tunas las acciones preventivas se cumplieron con la exactitud de un mecanismo de relojería. «Nada nos debe sorprender y no podemos tener pérdidas imputables a la falta de previsión», recalcó Teresa Amarelles, presidenta del Consejo de Defensa Provincial.
La Agricultura actúa en consecuencia y, durante las últimas horas, sus trabajadores cosecharon alrededor de 40 toneladas de viandas, entre ellas boniato, yuca y plátano. Ese volumen se distribuyó rápidamente para el consumo público en los mercados y la red territorial de placitas.
La producción de camarones en el municipio de Amancio se puso a buen recaudo mediante mantas protectoras y se disminuyó el nivel de agua en sus estanques para evitar extraerlos y colocarlos en frigoríficos. La captura de pescado se hizo llegar a sus destinos establecidos.
Al cierre de este reporte, no se habían realizado evacuaciones, pero fueron desconcentradas poco más de 3 000 personas que disfrutaban de sus vacaciones en instalaciones de Campismo Popular o en centros del litoral norte tunero.
Igualmente, en Camagüey la constante fue prevenir las afectaciones que pueda ocasionar Isaac en la costa agramontina, por ello se adoptaron todas las medidas para mitigar las vulnerabilidades y lograr un racional resguardo de los recursos materiales en las zonas de riesgo.
Aquí se alistaron unas cien instalaciones para asumir evacuados, además del transporte estatal y privado para el movimiento del personal.
Aunque al mediodía el sol brillaba y llovía a intervalos, la población se resguardaba y protegía sus recursos espontáneamente. También se habían trasladado unas 64 000 cabezas de ganado, sobre todo de la zona norte, y la canasta familiar normada se continuaba vendiendo.
Esencial la disciplina
Con una mezcla de calor y aguaceros esporádicos, pero intensos a ratos, Ciego de Ávila aguardó el paso de la tormenta tropical Isaac, que originó la toma de medidas para proteger objetivos económicos y sociales.
El presidente del Consejo de Defensa Provincial, Jorge Luis Tapia Fonseca, insistió en la necesidad de la disciplina para preservar vidas humanas, de manera que una de las primeras medidas fue asegurar a las familias que viven en las áreas más vulnerables.
Los más de 4 000 turistas que veraneaban en el polo Jardines del Rey fueron concentrados en instalaciones hoteleras de Cayo Coco, y los vacacionistas del Campismo Popular en ese islote regresaron a sus casas.
Además, unas 2 000 cabezas de ganado fueron evacuadas, sobre todo en los municipios de Chambas, Bolivia y Morón, todos enclavados en el norte de Ciego de Ávila.
Las precipitaciones asociadas a Isaac llegarán cuando las presas aquí reportan un 87 por ciento de llenado, en tanto los mayores lagos naturales, la Redonda y la Laguna de la leche, se encuentran a plena capacidad, por las lluvias intensas de los últimos meses.
Sin sorpresas
En Matanzas el general de cuerpo de ejército Joaquín Quintas Solá, viceministro de las FAR, hizo un llamado a evitar al máximo las afectaciones por el paso de Isaac.
El también miembro del Buró Político hizo énfasis en la preparación de todas las condiciones para que fueran mínimos los daños y señaló que, aunque no se puede esperar al último momento, las evacuaciones no deben ser indiscriminadas.
Tras escuchar la información que sobre la situación del territorio ofreció Omar Ruiz Martín, presidente del Consejo de Defensa Provincial de Matanzas, Quintas Solá se interesó por la seguridad de los vacacionistas en el polo de Varadero, en el cual se encuentran 16 052 turistas extranjeros y 5 104 cubanos, mientras que en las instalaciones del Campismo se hospedan 566.
Mientras, en Villa Clara se registraron intensas lluvias en los municipios de la costa norte, pero no propiamente asociadas a este evento meteorológico, sino por otras condiciones atmosféricas. Las precipitaciones, informó Conrado Álvarez, del Centro Provincial de Meteorología, estuvieron asociadas a factores como el gradante de presión atmosférica y la fuerte influencia en la atmósfera alta.
Entre las zonas en que cayeron más de cien milímetros se encuentran Quemado de Güines, y los poblados de Mata y Motembo.
Las 12 presas de este territorio acumulaban más 844 millones de metros cúbicos de agua, el 83,4 por ciento de su capacidad de embalse. Se encontraban aliviando los embalses de Alacranes, el mayor de la provincia; Minerva y Arroyo Grande, añadió Héctor Martínez, del puesto de mando de Recursos Hidráulicos.