Anabel González, Adianes Bermúdez, Yanela Medida y Ernesto Pellegrini, en ese mismo orden, aseguraron que el desfile servirá para mostrarle al mundo la unidad de la juventud cubana. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 05:15 pm
Cuando todos los relojes de La Habana marquen este domingo las nueve en punto, y un mar de juventud avance por la calle San Lázaro, desde la Escalinata de la Universidad hasta la Punta, será imposible ignorar a las más de 10 000 batas blancas que encabezarán el desfile.
Estudiantes de Medicina y técnicos de las especialidades de salud de la capital, seguidos por el resto de los universitarios y alumnos de la FEEM, llegarán hasta el Monumento a los ocho estudiantes de Medicina, en sentido homenaje a esos jóvenes, brutalmente fusilados por autoridades del colonialismo español.
El joven Ernesto Pellegrini, estudiante de quinto año de Medicina y presidente de la FEU de la Facultad de Ciencias Médicas de La Habana, califica el 27 de Noviembre como una de las páginas más trágicas de nuestra historia.
«Es un momento de tristeza; un día que no debemos olvidar nunca. Por eso es importante desfilar cada año, porque no podemos dejar de recordar las injusticias, y porque debemos mostrar al mundo la unidad de nuestra juventud», expresa.
De acuerdo con el joven, mientras que en Cuba se marchará este domingo por ratificar un sistema que ha demostrado ser justo, nuestros hermanos de Chile, Colombia, Puerto Rico, y el mismo corazón de Nueva York, lo hacen para rechazar un sistema que ha dado sobradas pruebas de su decadencia.
«Los jóvenes cubanos debemos continuar ratificando una idea fundamental: no permitiremos que nos domine nuevamente un colonialismo o neocolonialismo similar al que acabó con las vidas de estos ocho estudiantes de Medicina», subraya.
Con Ernesto coincide Yanela Medida, también estudiante de quinto año de Medicina y vicepresidenta de la FEU en su facultad.
«Desde pequeños nos van enseñando lo que sucedió aquel 27 de noviembre de 1871, pero generalmente uno lo ve como algo lejano. Al entrar a la carrera es cuando sentí y me identifiqué realmente con esa fecha, porque ellos podían haber sido compañeros nuestros, o los soldados podrían haber llegado al aula nuestra a elegirnos para fusilarnos», afirma Yanela.
Incluso —añade— en el segundo año de la carrera participamos en la restauración del monumento en la necrópolis de Colón donde fueron enterrados los restos de estos jóvenes.
«Por eso creo que es importante honrar a los ocho estudiantes de Medicina este domingo. Porque fueron jóvenes inocentes, porque nosotros podíamos haber estado en el lugar de ellos, y porque actos similares siguen sucediendo a diario en el mundo».
Anabel González, quien cursa el segundo año de Medicina y se desempeña como organizadora de la FEU en su facultad, afirma también que el domingo será un día importante.
«En medio de la situación tan convulsa que vive el mundo, es una manera de demostrar que el estudiantado cubano está unido. Además, es uno de los momentos en que los estudiantes de Medicina y el resto de los universitarios se unen con un objetivo común», puntualiza.
Asimismo, Adianes Bermúdez, ideológica de la FEU y estudiante de cuarto año de Medicina, confiesa sentir orgullo y satisfacción de poder marchar con su bata blanca, representando a todos los estudiantes de Medicina del país. «Nos reafirma a las nuevas generaciones que no se puede olvidar y que son tiempos de andar unidos».