El rigor caracteriza las clases que imparten los especialistas del Estado Mayor, independientemente de que llevan años en esa responsabilidad y poseen una gran experiencia. Autor: Rafael Alemañes Publicado: 21/09/2017 | 05:05 pm
SANTA CLARA, Villa Clara.— El paisaje prácticamente liso que surge de las explanadas, solo cortado por árboles y edificios, resulta apacible, con predominio del refrescante y relajante color verde de la naturaleza, y también el de la vestimenta de los que le imprimen vida al lugar.
A simple vista puede parecer una mañana rutinaria en aquellos predios pulcros y bien cuidados, en los que se asienta una Gran Unidad de la DAAFAR. Pero en la medida en que el vistazo deja de ser abarcador y se fija en lo particular, descubre allí en los polígonos, aulas y parqueos de la técnica, el verdadero latir en estos días.
Aquel lugar semejaba una gran escuela en la que cada cual está ensimismado en lo que le toca, incluido el personal de guardia en cada uno de los sitios previstos, por si acaso.
De un escenario de instrucción a otro se mueve con largos pasos, el teniente coronel Andrés Martínez Moreno, jefe de Preparación Combativa de la Gran Unidad. Supervisa aquí y allá. Señala este o aquel defecto, porque según sus propias palabras lo que bien empieza, bien acaba.
Lo que presenciábamos eran las clases metodológicas y demostrativas que se imparten a los jefes de pelotones, compañías y batallones, previas al inicio del año de Preparación para la Defensa que comenzó el pasado primero de febrero.
Luego esa cadena de mando tendrá la responsabilidad de capacitar a los soldados en los conocimientos generales y los particulares de las distintas especialidades: infantería, defensa antiaérea, fuerza aérea, tropas radiotécnicas y unidades de aseguramiento.
El rigor caracteriza las clases que imparten los especialistas del Estado Mayor, independientemente de que llevan años en esa responsabilidad y poseen una gran experiencia.
En esta etapa también se ponen en conocimiento de los jefes de pelotones, compañías y batallones, las acciones prácticas que las tropas van a realizar durante el año: entrenamientos con vehículos blindados, protección contra las armas de exterminio en masa; descontaminación de personal y equipos, tiro con armas de infantería o la conducción de la técnica de combate. Además, el adiestramiento del personal de la aviación, la defensa antiaérea y las tropas radiotécnicas.
Pero en realidad todo comienza cuando la Plana Mayor conforma el plan de preparación que, cimentado en cuestiones sencillas y complejas, acorde con los lineamientos y requerimientos de las diferentes especialidades, debe funcionar con la precisión que distingue la actividad militar.
Previo al inicio del año de preparación, igualmente, se realiza el mantenimiento de la base material de estudio y del material de guerra.
Mínimo muestrario
El teniente Andy Nabaza Bernal, quien imparte clases a los soldados de la Compañía de Seguridad de la Gran Unidad, nos expuso un breve muestrario sobre el plan de instrucción para los soldados que la integran.
Lo que él revela, por sí solo, confirma la magnitud del esfuerzo cotidiano en los polígonos o las aulas: aprenden a desplazarse en el terreno, aprovechando sus características naturales y artificiales, a gatas, sobre un costado del cuerpo, a la carrera o por saltos. También a escoger los mejores lugares donde se pueden realizar las emboscadas, perfeccionar el tiro, además de que cada cual recibe la preparación específica que le corresponde, ya sea un comunicador, enlace, observador o explorador.
Son horas y más horas para lograr una destreza lo más cercana a la perfección. Pero si se le da la vuelta de hoja al libro de historia de esta Gran Unidad de la DAAFAR, aparecen páginas y más páginas donde se consignan sus resultados de Bien. Entonces, el esfuerzo antes y durante el inicio de la Preparación Combativa, vale.