El doctor Manuel Blanco Pego enseña el libro que es una reliquia del hospital. Autor: Roberto Morejón Guerra Publicado: 21/09/2017 | 05:05 pm
Con casi cien años aún se conserva el primer libro de Registro de Pacientes del clínico quirúrgico General Freyre de Andrade —Hospital de Emergencias— en la capital cubana, con los datos de las primeras personas graves atendidas allí a partir de 1920.
Según su director, doctor Manuel Blanco Pego, por faltarle algunas hojas iniciales, no se pueden conocer las generales del primer paciente recibido.
En esas páginas están los ingresos, salvamentos y muertes de personalidades célebres de la historia habanera, como Pablo de la Torriente Brau, Rafael Trejo, Antonio Guiteras, Aracelio Iglesias y Juan Pedro Carbó Serviá, entre otros, explicó el directivo.
Incluye los heridos en el Asalto al Palacio Presidencial, el 13 de marzo de 1957, y los del sabotaje al vapor La Coubre, el 4 de marzo de 1960. También los datos de la muerte del popular cantante Benny Moré y hasta la del célebre chulo de San Isidro, Alberto Yarini.
Aparece el ingreso de la luchadora clandestina Norma Porras, embarazada y herida de bala por la policía batistiana en el edificio de Goicuría y O’Farril. La noticia de su salvación en este hospital evitó que la dictadura la matara.
«Si me enfermo, me llevan pa’ Emergencias; que si llego vivo, me salvo», fue mucho tiempo una voz popular en La Habana.
La institución fue uno de los proyectos pioneros de médicos generales mambises, que fundaron en 1909, en la capital del país.
El arquitecto del proyecto primitivo de la edificación, que continúa en pie hoy, fue Rodolfo C. Marury, en 1913. Su primera piedra se colocó en 1914 y comenzó a salvar cubanos el 1ro. de julio de 1920, hace 91 años.
Entre sus fundadores figuraron el doctor Elías Borges, cuyo nombre lleva una de las más importantes salas del Hospital Calixto García; así como los galenos Carlos J. Finlay, Diego Tamayo, Matías Duque y Benigno Souza Rodríguez. Con el tiempo laboraron allí los después comandantes del Ejército Rebelde Manuel «Piti» Fajardo y René Vallejo Ortiz.
Igualmente sobresalieron la enfermera Margarita Núñez y la primera superintendente, América Arias; los doctores José Cambó Viñas y Arturo Fernández García, y la primera mujer maxilofacial de Cuba, Ana Larralde.
En noviembre de 1962 se creó allí el Instituto Nacional de Cirugía y Anestesiología. Hoy tiene 120 camas; se amplió recientemente su sala de terapia intensiva de seis a 17 capacidades, y cuenta desde octubre pasado con siete riñones artificiales en la hemodiálisis. Cubre casi la totalidad de las especialidades quirúrgicas (menos neurocirugía) y atiende sobre todo a los municipios de Centro Habana y La Habana Vieja.
Allí surgieron las especialidades de Maxilofacial y Geriatría y se lanzó al aire por primera vez en Cuba una operación en vivo y en directo por televisión, en 1954. Sus libros recuerdan que se atendió a Antonio Guiteras Holmes, ingresado el 8 de agosto de 1934 con un tobillo fracturado, al lanzarse por una ventana cuando la policía intentó capturarlo en una casa del Vedado.
El cirujano José Antonio Clark, ex director de Beneficencia, hizo allí 22 operaciones de apendicitis en dos horas y 52 minutos, para medir la capacidad del quirófano del hospital, casi un récord quirúrgico.
Siguen en el centro la enfermera Donatila Díaz González, del primer curso de auxiliares de Enfermería de 1962, ya con 70 años; y el doctor Delio Gómez Sosa, quien permanece allí desde 1953 y es hoy especialista en Coloproctología. También los profesores consultantes Rómulo Soler Vaillant (cirujano), Raúl Padrón Chacón (Medicina interna) y otros galenos prominentes.
Entre sus 804 trabajadores, hay 130 médicos. Se practican alrededor de 400 operaciones mayores y menores al mes e ingresa en ese tiempo igual número de pacientes.
«En un futuro cercano se reabrirá el Sistema de Vigilancia de Urgencias Médicas, con que el hospital recobrará la tradición de su nombre de Emergencias», anunció el director.