Los miembros de la FEEM reafirmaron la disposición de estar junto a todos los cubanos en el reclamo por la liberación de los cinco héroes. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 21/09/2017 | 05:00 pm
El rigor de los exámenes en la enseñanza preuniversitaria, acorde a la calidad de las clases recibidas, y la responsabilidad de los estudiantes en la autopreparación fueron algunas de las problemáticas analizadas durante los debates del Consejo Nacional de la FEEM, que sesiona hasta hoy en el Instituto Politécnico Agropecuario Villena Revolución, en la capital.
Para los estudiantes ha quedado demostrado que la preparación para las pruebas de ingreso no puede ser solo en duodécimo grado, sino una acumulación de los conocimientos y ejercitación de los tres años de preuniversitario.
Daniel Rey, de Santiago de Cuba, destacó que es necesario establecer en las diferentes enseñanzas de nivel medio, un sistema de evaluación que sea más homogéneo para todos. Según se cuestionó el joven, muchas veces un estudiante se enfrenta a pruebas más fáciles en una escuela, y obtiene un promedio superior a otro alumno que se ha tenido que enfrentar a exámenes más rigurosos, y termina ocupando mejor posición en el escalafón provincial a la hora de otorgar las plazas universitarias.
Sin embargo, Masiel Hernández, de la capital, advirtió que ese análisis es un poco más complejo, pues en esta preparación influye mucho la calidad de los profesores y de las clases impartidas.
«No sería justo que aquellos estudiantes que sufren déficit de maestros sean evaluados con un rigor docente que no se corresponde con las clases recibidas», expresó.
Apuntaron también que el estudio y la preparación de los estudiantes, una vez terminada la sesión de clases, es responsabilidad de cada alumno.
Recordaron con añoranza los horarios de autoestudio existentes antes en los antiguos preuniversitarios en el campo, asesorados por los profesores.
Otro de los principales temas tratados por los delegados fue el de la educación técnica profesional. En el próximo curso escolar se incorporará a esta el 58 por ciento de los estudiantes que ingresan a la enseñanza media, mientras que el 42 por ciento irá al preuniversitario.
Desde el curso anterior el Ministerio de Educación estableció la creación de aulas anexas en centros de la producción y los servicios, donde los alumnos reciben parte del contenido y realizan sus prácticas.
De esa manera los estudiantes pasan un tiempo mayor fuera de la escuela, por lo que el trabajo de la FEEM se hace más difícil. A los dirigentes estudiantiles toca entonces buscar nuevas formas de llegar a los estudiantes para que no pierdan el vínculo con la organización.
También el joven que estudia en una unidad de la producción debe sentir la preocupación de su organización por sus clases prácticas, si aprende y si recibe la atención adecuada.
Otra particularidad de la enseñanza media son los centros mixtos, donde convergerán diferentes niveles de enseñanza. Los estudiantes coincidieron en que lejos de ser un problema, esto facilita el trabajo de la organización en cuanto a la orientación vocacional, cuestión vital en el momento actual, en que se necesita de la disposición de los jóvenes para estudiar especialidades técnicas, agropecuarias y pedagógicas.
Los delegados al evento se refirieron críticamente a la necesidad de que la organización en la base gane en protagonismo y cuente con dirigentes preparados. Debe evitarse que el principal espacio de la organización, la asamblea de grupo, sea formal. Para ello es imprescindible que los temas que se aborden sean los que reclaman los estudiantes.
La FEEM debe desempeñar su rol en llevar a esa asamblea cuestiones vitales como el estudio. Su labor debe ser concientizar a los jóvenes de la necesidad de estudiar, de aprovechar los recursos que para ello se ponen a su disposición, como el software educativo o las bibliotecas. También debe lograr que los alumnos no vean el estudio como un formalismo y solo repasen ante la cercanía de un examen.
La sistematicidad en los movimientos de artistas aficionados y los encuentros deportivos, y el aprovechamiento del tiempo desde la creatividad y alejado de la inercia y la monotonía también fueron analizados.
Osnay Miguel Colina, al frente de la esfera Ideológica del Comité Nacional de la UJC, destacó el papel de la escuela como escenario primordial en la formación de cada joven, también desde el deporte y la recreación artística, de manera que se potencie la espiritualidad.
Los jóvenes insistieron en la necesidad de fomentar iniciativas de recreación y encuentros culturales y deportivos, de acuerdo a las condiciones de cada centro y a los gustos más diversos de los estudiantes.
En cuanto a la labor político-ideológica, insistieron en la necesidad de que cada estudiante esté bien informado y recalcaron la importancia del conocimiento de la Historia como un arma imprescindible para defender nuestro presente y futuro.
Por último, los estudiantes reafirmaron la disposición de estar junto a todos los cubanos en el reclamo por la liberación de los cinco héroes luchadores contra el terrorismo, mediante el conocimiento de este caso de injusticia, sus orígenes y los sucesos más recientes.