SANTIAGO DE CUBA.— Campesinos de la Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) Abel Santamaría, pionera del desarrollo de la miniindustria en esta oriental provincia, se enfrascan en el procesamiento de frutas de estación como el anón, el níspero, la guanábana, el caimito y el tamarindo, destinadas en lo fundamental a la producción de helados.
Juan Francisco Pérez López, presidente de la CPA, explicó que fue necesario realizar adaptaciones tecnológicas a la pequeña fábrica para la extracción de la pulpa de estos frutales, algo que no se acostumbraba a hacer por aquí.
Si bien las llamadas frutas exóticas no se dan en grandes cantidades, su aprovechamiento, unido al tradicional despulpe del mango, la guayaba y el zapote, responde a una estrategia impulsada por la máxima dirección del Partido en la provincia.
Con la propuesta se pretende evitar la pérdida de las frutas en las montañas santiagueras, que según datos del Ministerio de la Agricultura llegó a superar el 50 por ciento del total de la cosecha en años anteriores.
Con el precedente de haber entregado el pasado año dos toneladas de pulpa de anón, algo nunca antes logrado, la Abel Santamaría se propone aportar a la industria láctea unas 500 toneladas de los más diversos frutales, y así contribuir a garantizar la producción de helados a partir de frutas todo el año.
Tal empeño, que alcanza igualmente a otras estructuras agrícolas y pequeñas industrias locales, también redunda en la sustitución de importaciones y el ahorro de leche en polvo, pues además de contribuir a desplazar los sabores artificiales como la fresa o la vainilla, comprados fuera del país, la producción de helados de frutas demanda de un tres a un cuatro por ciento menos de leche, lo que posibilita obtener cuatro veces más helados con la misma cantidad de lácteos.