«Es imposible avanzar en educación si no se hace en paralelo con las transformaciones sociales», reconoció este martes, durante el Congreso Pedagogía 2009, Álvaro Marchesi Ullastres, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
En la conferencia especial Metas Educativas 2021, Marchesi señaló los desafíos que aguardan a la región en materia educativa, considerando a la superación integral de los ciudadanos como la gran palanca para construir una sociedad más justa y libre.
En nuestros países es muy difícil avanzar obviando la superación cultural de las familias y la elevación de las condiciones de vida de los ciudadanos. Según advirtió el funcionario, hay en el área 30 millones de iletrados que solo pueden alfabetizarse con la colaboración de los poderes públicos y las instituciones sociales, como ha hecho Cuba, y ahora emprenden naciones ayudadas por la Isla y Venezuela.
Educar en la diversidad es otro de los desafíos del área, pues según el Secretario General de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, nuestras sociedades son plurales por su cultura, lengua y diferencia entre los alumnos. Debemos huir de los modelos educativos hegemónicos que consideran usar las mismas materias, con las mismas lenguas e idénticos modelos culturales.
En la conferencia especial, que sirvió de colofón a la segunda jornada de Pedagogía 2009, se reconoció la diversidad como una riqueza, y se insistió en adaptar nuestros modelos a la realidad plural de los pueblos y culturas, sin que estos supongan una reducción de las exigencias en las competencias básicas.
Cuidar de la infanciaEstar atentos a la alimentación y salud de los infantes, al tiempo en que se les educa, es otro de los grandes compromisos en Iberoamérica. Por tal motivo se aspira a que en la próxima década el ciento por ciento de los niños, comprendidos entre tres y seis años de edad, reciban esos cuidados, anunció Marchesi Ullastres.
El funcionario también se refirió a la necesidad de lograr 12 años de enseñanza para los niños entre tres y 16 años, e ir creando condiciones para que puedan insertarse a la escuela aquellos que todavía no tienen una plaza escolar asegurada.
En la región, además, constituye un desafío mejorar la calidad y equidad educativas. Es preciso cerrar la brecha entre la enseñanza pública y privada; por esa razón los poderes públicos deberán apoyar para que los maestros que trabajan en el sector estatal sean mejor atendidos y reconocidos socialmente.