El pasado martes, casi a punto de volar de regreso a su país, el ministro de Relaciones Exteriores de la República de Chipre, Markos Kyprianou, accedió a conversar brevemente con nuestro diario en un salón de la terminal aérea capitalina. Su país, la hermosa isla del Mediterráneo oriental, tiene una extensa historia de amistad con el nuestro. Y esos lazos deben crecer...
«Ha sido una visita corta, pero muy fructífera. Por supuesto, a nivel político no hay problemas entre los dos países; de hecho, la relación es muy estrecha. Cuba fue de los primeros Estados en abrir una embajada en Chipre, en 1961, un año después de la independencia, y ha habido vínculos estrechos tanto a nivel bilateral como en el contexto del Movimiento de Países No Alineados. El propósito de mi presencia aquí fue buscar la manera de reforzar los nexos económicos, además de debatir sobre las relaciones entre Cuba y la Unión Europea, y sobre cómo Chipre, miembro de la UE, puede desempeñar un papel constructivo».
—Por cierto, ¿cómo ve usted el futuro de las relaciones entre el bloque comunitario y Cuba?
—Los vínculos han pasado por una etapa difícil. En junio pasado, el Consejo de Ministros tomó la decisión de levantar las sanciones adoptadas en 2003, que habían sido suspendidas en 2005. Lo importante ahora es que han sido eliminadas. Esa decisión facilita el comienzo del diálogo político entre la UE y el Gobierno cubano, y ahora miramos hacia una nueva etapa en estas relaciones. Por supuesto, la posición de Chipre es que estas deben fortalecerse.
—¿Cómo marcha el proceso para la reunificación de Chipre* y el fin del diferendo?
—Por su iniciativa, nuestro presidente (Dimitris Christofias) se reunió con el mandatario turcochipriota (Mehmet Ali Talat), y juntos decidieron emprender un nuevo esfuerzo para reunificar la isla. La primera etapa, hasta principios de agosto, se desarrolló a nivel de grupos de trabajo, con el objetivo de preparar las negociaciones.
«El 3 de septiembre comenzaron las negociaciones directas entre ambas comunidades. Hasta ahora solo hemos sostenido dos reuniones sustanciales, aunque con dificultades. Por nuestra parte existe toda la voluntad y el compromiso para llegar a una solución, y deseamos ver esa misma postura en nuestros interlocutores.
«Esperamos que la parte turcochipriota adopte una posición en interés de todo el pueblo de Chipre, y que Turquía, que posee la clave de la solución, pues tiene un ejército ocupante en la isla, mantenga un enfoque constructivo y de apoyo a una solución viable y justa. No obstante, tal como van las cosas ahora, nos estamos preparando para un proceso largo y difícil».
*En respuesta a un golpe de Estado de militares grecochipriotas, interesados en la unión de Chipre con Grecia, el ejército turco invadió el norte de la isla en 1974. En la zona ocupada, se fundó la República Turca del Norte de Chipre, solo reconocida por Ankara.