La trascendencia de los conceptos expresados por Raúl en la pasada sesión del Parlamento, el estímulo a las carreras pedagógicas y la próxima discusión del Proyecto de Ley de la Seguridad Social estuvieron en la agenda de la reunión
Los jóvenes cubanos tienen la responsabilidad de estudiar, meditar, compartir honestamente sus opiniones, y afianzarse en el compromiso con la Revolución sin dejar de estar atentos sobre lo cardinal de un presente que entraña la naturaleza y los tonos del futuro.
El concepto, que es un llamado a las nuevas generaciones, fue expresado por el primer secretario de la UJC, Julio Martínez Ramírez, durante la reunión del Buró Nacional de la Juventud, que tuvo entre los puntos de su agenda analizar cómo será el estudio, en las organizaciones de base de la militancia, del discurso pronunciado por el General de Ejército y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Raúl Castro Ruz, en la última Sesión Plenaria del Parlamento cubano.
«Por la trascendencia de los temas abordados, el discurso es una guía para el trabajo de la Juventud Comunista, y una referencia importante para las nuevas generaciones», expresó el dirigente juvenil en la reunión, donde se informó que a partir de este 20 de julio la Isla vivirá debates en torno a tópicos incluidos en las palabras de Raúl, como la seguridad social, la educación, el salario, la fuerza de trabajo, la economía socialista, la tierra, la producción de alimentos, y la ética de quienes ocupan responsabilidades.
Julio Martínez comentó que el discurso es un instrumento esencial para el proceso orgánico que iniciará la UJC a partir del año que viene, con la mirada puesta en el próximo Congreso del Partido. «Lo expresado por el compañero Raúl, y los conceptos que se aborden este 26 de Julio, serán contenidos estratégicos en los cuales concentraremos nuestros análisis y esfuerzos».
Julito hizo alusión a los desafíos que tiene el país —y que se mencionan en el discurso—, relacionados con la disminución de la natalidad y el impacto que esto tiene en importantes ámbitos de la nación. Y resaltó la necesidad de que los dirigentes se apropien de cada concepto, de argumentos imprescindibles para un debate que compete a los cuadros profesionales de la UJC, a los secretarios generales de cada Comité de Base, a toda la militancia, a los jóvenes.
«Debemos generar —dijo el Primer Secretario de la Organización juvenil— un clima apropiado para las discusiones; lograr que ellas se parezcan al lugar donde actúa cada organización de base, y sirvan para algo muy importante en estos tiempos: elevar la combatividad de la militancia, de los jóvenes en función de enfrentar problemas, lo que esté mal hecho».
Añadió que de cada reflexión debe nacer un programa de acción, un plan de trabajo que permita transformar, para bien, la realidad en la cual esté inmersa cada estructura de base de la organización de vanguardia.
Misión posibleEn la reunión, que contó con la presencia de los primeros secretarios de la Juventud de cada provincia, y con los dirigentes de las organizaciones estudiantiles, tuvo lugar un detenido y profundo análisis sobre las acciones que emprenderá la UJC para fortalecer el proceso de ingreso a las carreras pedagógicas, y para atender los recursos humanos disponibles en el sector educacional.
Constituyeron puntos de partida los conceptos expresados recientemente por Raúl, así como la reflexión que en días pasados escribiera Fidel sobre la Educación en Cuba. A modo de apertura del tema, Julio Martínez ratificó el compromiso que tienen las nuevas generaciones con una tarea estratégica, «compromiso que va más allá de atraer para el ingreso a las carreras pedagógicas; que abarca la atención a los estudiantes que se forman en los institutos pedagógicos, en sus diferentes modalidades; y que también tiene que ver con defender el respeto y la admiración que tanto merecen los maestros».
El dirigente juvenil resaltó «lo justo de lo planteado por el compañero Fidel», espíritu que, a su juicio, debe marcar el tono de los análisis en torno a un tema tan importante, en el cual los jóvenes ocupan un espacio decisorio.
La mirada de la ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez Cobiella, estuvo presente. Para ella, no debería hablarse en términos de captación, porque eso «es lo que hacemos y venimos haciendo desde hace mucho tiempo». Sería mejor, dijo, hablar en términos, de «proceso de ingreso al pedagógico, el cual no comienza en el grado doce de escolaridad, sino que tiene sus inicios en las enseñanzas primaria y secundaria, y continúa durante la estancia del estudiante en un centro pre pedagógico, o en un preuniversitario normal, donde ya hay cultivada una motivación por el magisterio».
La titular reconoció que en esta tarea hay fallas, y que, aunque el Ministerio de Educación es la principal institución responsable, es vital contar con el apoyo de toda la sociedad. Se trata, comentó, de desarrollar una labor cuyo propósito sea alcanzar una mayor calidad, un mayor compromiso, y una mayor motivación por las carreras pedagógicas.
En otro momento profundizó: «No hablo de captación, porque da la idea de que estamos como pescando, a ver qué nos cae y cómo cumplimos con una meta. En esta carrera de la cual estamos hablando, es realmente difícil lograr que ingresen estudiantes comprometidos, con calidad, si antes no hemos hecho un largo trabajo de motivación».
Velázquez Cobiella recordó que muchas veces lo que sucede a la altura del grado doce es que, si los muchachos no alcanzaron la opción de carrera a la cual habían aspirado, deciden entrar al pedagógico como una opción salvadora. Pero eso no niega, enfatizó, que las especialidades donde se forman los futuros maestros se alimenten de estudiantes con calidad docente, portadores de una gran tradición familiar, que aman la profesión y en verdad quieren ser maestros.
El otro asunto que la titular no pasó por alto es el primer año intensivo, que vive un joven al entrar a un Instituto Superior Pedagógico, momento durante el cual se producen numerosas bajas. Es un año, explicó, en el cual deben crearse habilidades en los alumnos para que en segundo año vivan la experiencia de impartir clases en un aula. Pero como deben desplegarse esfuerzos para resolver deficiencias que los estudiantes suelen traer consigo de otros niveles, muchas veces, cuando llega la etapa de dar clases, algunos no están lo suficientemente preparados, se sienten impotentes, le hacen rechazo a la carrera, y la abandonan.
Desde su larga experiencia como maestra, la Ministra de Educación aseguró que se logran grandes resultados en el trabajo con alumnos que sientan motivación por la profesión de legar conocimientos, si estos son disciplinados. Son ellos los que casi siempre llegan al final de la carrera pedagógica.
Es vital, destacó, que cuando un joven que se está formando como maestro llegue a una escuela, sea bien recibido, se sienta acompañado y bien conducido por un tutor, y cuente con un director de escuela que haga lo correcto. Y en este punto hizo alusión a centros docentes de los cuales no se va un solo joven de los que serán maestros, porque allí encuentra un ambiente idóneo de superación y disciplina.
«Tenemos mucha esperanza con los pre pedagógicos, declaró la titular. En estos momentos tenemos matriculados en ellos 31 719 estudiantes. Para el curso 2009-2010, más del 60 por ciento de los que deben ingresar a los pedagógicos procederán de esos centros, y estamos aspirando a que, cerca del curso 2012, esa cifra ascienda a más del 90 por ciento».
Estos datos motivaron que en la reunión se hiciera énfasis en que la UJC y el estudiantado incidan más en los pre pedagógicos, y que las autoridades territoriales actúen con mayor integración en el propósito de que estos se conviertan en fortalezas de reafirmación, compromiso y motivación para engrosar las filas de los pedagógicos.
Finalmente expresó la Ministra: «Es verdad que estamos diciendo que nos faltan 8 000 maestros, pero esa cifra representa el 0,9 por ciento de la fuerza profesoral de este país. Y es cierto que tenemos una cobertura del 99,1 por ciento, pero, aunque esa cifra es alta, nuestro interés es que cada estudiante tenga su maestro. Ya en algunas provincias las cifras de éxodo de maestros han ido disminuyendo; ya muchos que hablaban de jubilación no van a retirarse».
Sobre la envergadura de un desafío como garantizar la educación de los cubanos que ahora nacen, el Buró Nacional de la UJC se pronunció por defender la calidad; por lograr la permanencia de todos los que se han sumado al magisterio en estos años de Batalla de Ideas; por alimentar, en un acto de justicia, la autoestima del profesor.
«Tenemos que desplegar la fuerza de la Organización —afirmó Julio Martínez—; tenemos fuerzas suficientes dentro de la Revolución para llegar al corazón, al alma de los jóvenes que necesitamos para seguir teniendo maestros».
Las columnas de una leyOtros temas ocuparon la atención de los dirigentes juveniles y estudiantiles. Entre ellos, las nuevas orientaciones metodológicas para el trabajo de los cuadros de la UJC en la atención a la base, y el aseguramiento político al proceso de discusión del Proyecto de Ley de la Seguridad Social, presentado en la última sesión de trabajo del Parlamento cubano.
En este último punto, la reunión contó con la presencia del Secretario General de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), y miembro del Buró Político, Salvador Valdés Mesa, quien informó que está en fase de preparación el análisis que los trabajadores harán a lo largo y ancho de la Isla, del Proyecto de Ley de la Seguridad Social.
«Primero vamos a preparar a los cuadros sindicales en todas nuestras estructuras», dijo el dirigente sindical, quien destacó la necesidad de que los líderes sindicales estén preparados para tener un protagonismo en las asambleas que serán más de 90 000 en todo el país, y que van a celebrarse en los meses de septiembre y octubre.
Los argumentos que sustentan el Proyecto de Ley son sólidos. La gente en sentido general comprende que es positivo que se aumente la edad de la jubilación, comentó Valdés Mesa. «Pero es necesario explicar, y más que una explicación legal, técnica, la decisión que se está tomando tiene un profundo contenido político».
El dirigente sindical destacó que este proceso de enriquecer una ley tan noble debe ir acompañado de otros asuntos medulares que se está planteando el país como la urgencia de trabajar más, de elevar los niveles de productividad, de utilizar mejor los recursos laborales disponibles en el país, de tener mayor conciencia económica.
«Están todos estos asuntos que son los que van a sustentar esta ley al final. Esta ley es muy buena, es muy bondadosa, pero si no trabajamos en este país, si no producimos, de nada nos valdrá la ley».
Los miembros del Buró Nacional de la UJC, abordaron la importancia de que las nuevas generaciones acompañen un proceso de discusión de tanto peso para la nación. La organización política de vanguardia acompañará a la CTC en su proceso de reflexión colectiva, pues para ella tiene gran significado la participación de los jóvenes en esta consulta popular que es viva expresión de la democracia socialista.
Otra idea resultó recurrente: hay que desarrollar acciones para que a los jóvenes no solo les preocupe qué van a estudiar sino también dónde y cómo van a trabajar para que Cuba, tan necesitada de trabajo, y de trabajo intenso, salga adelante.