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Son nobles y generosas las ideas que sostienen a PETROCARIBE

Discurso del compañero Carlos Lage Dávila vicepresidente del Consejo de Estado de la República de Cuba en la V Cumbre de PETROCARIBE

Autor:

Juventud Rebelde

Compañeras y compañeros:

Sobre el mercado petrolero mundial puede afirmarse:

El petróleo, que es el producto más comercializado a nivel mundial tanto en términos de valor como de volumen, representa el 36% del balance total de energía, el carbón el 29% y el gas natural el 24%. El consumo mundial de petróleo ha tenido una tendencia a crecer desde que comenzó a comercializarse a finales del siglo XIX. En los últimos 40 años pasó de 36 a 85 millones de barriles diarios, más del doble.

Mientras los Estados Unidos consumen al año 3 toneladas de petróleo por habitante, y la Unión Europea 1,4, China consume 0,3 toneladas por habitante y América Latina 0,6.

Desde hace 6 años los precios crecen de forma acelerada e ininterrumpidamente, lo que sucede por primera vez en las últimas cuatro décadas. El de hoy es el doble del precio promedio del 2007.

El encarecimiento del precio del petróleo para los países del Tercer Mundo con relación a los vigentes en el 2003, tuvo un costo de alrededor de 265 mil millones de dólares, es decir, 2,5 veces los flujos de Ayuda Oficial al Desarrollo.

La OPEP es una variable esencial del mercado petrolero, y lo seguirá siendo, pues produce el 43% de la producción mundial, pero controla el 75% de las reservas probadas.

Las reservas probadas de petróleo, a los ritmos actuales de extracción, se agotarían en 42 años; las de gas en 60 años; y las de carbón en 133 años.

Entre 1997 y el 2007 el consumo aumenta un 16%, la producción un 13% y la capacidad de refinación un 12%, con marcado retraso en las instalaciones para procesar crudos pesados, que son el principal componente de las nuevas reservas.

Nada indica que los precios del petróleo puedan descender en los próximos meses y años y, de ocurrir, nunca sería a los niveles de comienzo de este siglo.

Conociendo que la consabida fórmula de oferta y demanda no es suficiente para explicarse los actuales precios del petróleo, ¿cuáles son las verdaderas causas, las causas más profundas de este complejo panorama que amenaza la economía mundial y la vida de cientos de millones de personas?

El modelo de sociedad consumista implantado por el capitalismo y extendido por el imperialismo como forma de dominación económica y política.

El auge del neoliberalismo y con él la desregulación de los mercados, que abrió las puertas de par en par a la especulación financiera. Un contrato para la compra futura de petróleo puede adquirirse al 6% de su valor. Se estima que se han invertido alrededor de 300 mil millones de dólares con fines de especulación financiera en los mercados de productos básicos y la mitad de ese valor ha sido en petróleo. La debilidad del dólar y su erosión frente al euro han llevado a muchos inversionistas financieros a refugiarse en el petróleo.

Y una tercera causa:

La política guerrerista de la actual administración norteamericana secundada por la OTAN y algunos de los países de la Unión Europea y del mundo desarrollado. En guerras se gastan más de un millón de millones de dólares al año, una buena parte en combustible. Los Estados Unidos, el guerrero mayor, importan ya 13 millones 600 mil barriles diarios, las dos terceras partes de su consumo. Su producción hoy es de 7 millones de barriles diarios, y sus reservas probadas se agotarían dentro de 12 años, de mantenerse los ritmos actuales de producción.

Habría entonces que preguntarse: ¿quiénes son los que más se perjudican?

En la región de América Latina y el Caribe son las naciones caribeñas y centroamericanas, precisamente las que agrupa PETROCARIBE, las más duramente afectadas por los altos precios del petróleo y en general, los pobres.

En las economías de los países desarrollados hay mayor presencia de sectores y ramas socioeconómicas que requieren menor consumo de materias primas y energía por unidad de producción y servicios.

El incremento del precio del petróleo es causa del aumento del precio de prácticamente todos los productos, incluidos los alimentos. Las personas en los países ricos gastan en alimentos el 10% de sus ingresos y en los pobres el 65%.

Los ricos pueden viajar de vacaciones unos días menos, o cambiar de auto con menor frecuencia, o adquirir menos joyas; los 850 millones de hambrientos que malviven hoy en el mundo pasarán más hambre, muchos de ellos morirán y cientos de millones más se sumarán a los hambrientos.

Los países ricos pueden invertir en energía alternativa, todavía hoy muy cara. Los países pobres no podrán hacerlo en la magnitud necesaria.

¿Y quiénes se benefician?

En primer lugar las grandes transnacionales. De las 5 mayores según sus ingresos, 3 son norteamericanas. Por poner un ejemplo: la EXXON MOBIL tuvo en el 2007 un récord de ganancias con 41 mil millones de dólares y en lo que va del 2008, supera esas utilidades. Los vínculos carnales del gobierno de Bush-Cheney con el sector petrolero de los Estados Unidos son públicos y notorios.

Los países petroleros, especialmente aquellos que, pensando en sus pueblos y no en los mercados, han mantenido o recuperado la participación del Estado en la explotación de este recurso natural o han modificado los amables y sospechosos esquemas impositivos que, como regla, se adoptaron en los años de pleno auge del neoliberalismo. Venezuela, Bolivia y Ecuador son buenos ejemplos.

¿Cómo enfrentarnos a esta situación?

El ahorro es lo más efectivo e inmediato. Las medidas que Cuba ha aplicado como parte de la Revolución Energética, concebida por Fidel hace más de tres años, han permitido solo en el 2006 y el 2007 ahorrar 1 millón 380 mil toneladas de petróleo, con un valor de 520 millones de dólares a los precios de esos años. Para el 2008 y 2009 los ahorros en cada año duplicarán esa cifra.

Elevar al máximo los beneficios para el Estado de la producción y comercialización de petróleo y gas, en las condiciones actuales, es un proceder inobjetable.

Integrarnos, colaborar, cooperar. Nuestra región tiene el privilegio de que Venezuela, uno de los mayores productores de petróleo del mundo y poseedora de la mayor reserva en este hemisferio, ha concebido una iniciativa de profundos principios solidarios. Ningún otro miembro de la OPEP ni ningún otro país entre los grandes productores mundiales fuera de la OPEP, ha tenido el empeño de compartir los beneficios como lo tiene Venezuela; y PETROCARIBE, más allá de suministrar combustible aplazando el 50% de su valor a 25 años, es un mecanismo de integración orientado al desarrollo, que toma en cuenta las circunstancias particulares de las economías más pequeñas y busca la complementación y la sostenibilidad energéticas.

Si PETROCARIBE se apreciaba útil cuando surgió en el 2005 y el precio del barril estaba a 50 dólares, hoy pareciera imprescindible.

Cuba expresa su reconocimiento al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y a su Presidente Hugo Chávez, por concebir e impulsar PETROCARIBE, por el beneficio extraordinario que representa para los países de nuestra región.

En el marco de PETROCARIBE Cuba ha brindado modestamente su cooperación y lo continuaremos haciendo.

Con la instalación de 2,9 millones de bombillos en Haití, concluye el programa de sustitución de 7,5 millones de bombillos incandescentes por ahorradores en 11 países del Caribe, estimando un ahorro de 240 megawatts de potencia, para cuya inversión se hubieran requerido no menos de 170 millones de dólares y un mínimo de 24 meses para su puesta en explotación, en tanto se logra reducir la generación de electricidad en 280 mil megawatts-hora, equivalentes a dejar de consumir 60 mil toneladas de combustible con un valor hoy en el mercado de 60 millones de dólares.

En Nicaragua y Haití nos responsabilizamos con el montaje de 60 megawatts de generación eléctrica en cada país, mediante motores de fuel altamente eficientes donados por el Gobierno Bolivariano de Venezuela, que ya comienzan a operar.

Técnicos cubanos en prospección de petróleo, generación de electricidad y otras ramas energéticas han colaborado en diferentes proyectos en siete países de la región en el último año.

Aprovecho para informar que la Refinería de Cienfuegos, Empresa Mixta entre PDVSA de Venezuela y CUPET de Cuba, inaugurada en la pasada cumbre de PETROCARIBE, está refinando 66 mil barriles diarios, cifra superior a su capacidad de diseño, cumple su plan de producción al 105% y alcanza los parámetros de eficiencia proyectados.

PETROCARIBE está en marcha, hemos avanzado en estos tres años y estoy seguro que avanzaremos más en lo adelante, venciendo prejuicios, superando obstáculos y resistiendo presiones externas. Son nobles y generosas las ideas que sostienen a PETROCARIBE.

Muchas gracias.

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