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Camagüey.— Un convenio marco de cooperación internacional entre el Instituto de Meteorología de Cuba y la Universidad de Valladolid, una de las más antiguas de España, fue firmado aquí, después de una amplia colaboración entre ambas instituciones.
El convenio fue suscrito por el director general del Centro Meteorológico de Camagüey (CMC), el licenciado Dositeo García Bargados, en representación del director del Instituto de Meteorología de Cuba, y por la parte española el Doctor Ángel de Frutos Baraja, coordinador del Grupo de Investigación Reconocido, Grupo Óptica Atmosférica.
El acuerdo propone de inmediato un primer trabajo científico que incluye estudios de las propiedades ópticas de los aerosoles troposféricos (capa de la atmósfera más cercana a la superficie terrestre y que abarca los primeros 18 kilómetros de esta) en Camagüey.
Entre los beneficios más relevantes está la instalación de instrumentos de tecnología avanzada, como son un fotómetro solar, el primero en el país, que permite investigar los aerosoles troposféricos y medir la intensidad de la radiación solar; un impactador de partículas, que cuantifica las existentes en la atmósfera, aspecto de gran importancia para la salud humana, además del diseño, construcción y montaje de un sistema LIDAR (Radar Láser); todos para establecerlos en este territorio.
El Doctor Frutos Baraja, quien representó al rector de esa prestigiosa Universidad, con ocho siglos de creada, significó que lo suscrito es el comienzo de una cooperación que reportará fructíferas investigaciones a ambas instituciones.
«El convenio va también encaminado a completar una red de estaciones en la Península Ibérica, incluso una en el Ártico, que se dedica a las investigaciones de óptica y aerosoles atmosféricos», apuntó.
Valoró que su importancia es abarcadora, pues se extiende desde el campo de la salud humana hasta los problemas que ocasiona el cambio climático.
Frutos Baraja extendió un reconocimiento al extraordinario grupo de expertos con que cuenta Cuba y en especial al Centro Meteorológico camagüeyano: «Son científicos que despiertan nuestra admiración, confianza y respeto, quienes fueron capaces, a través de su talento, de mantener en momentos de crisis económica la calidad de sus investigaciones, que los equiparan a los mejores del mundo».
Por la parte cubana, el director García Bargados comentó que el convenio es el resultado de muchos años de trabajo ininterrumpido de los investigadores en esta rama de la ciencia, quienes han logrado desarrollar numerosos estudios atmosféricos, aun contando con pocos recursos.
El ingeniero Ángel Amado Castelló González, delegado del CITMA en Camagüey, destacó que para la provincia agramontina es un privilegio tener un equipo de trabajo que permita este intercambio, y manifestó, además, el agradecimiento a la Universidad de Valladolid, y en especial a su Rector, por la voluntad de materializar el convenio científico de colaboración.
