Kil Chol Hyok. Foto: Calixto N. Llanes
«LOS jóvenes de todo el mundo no pueden pensar en un movimiento que esté apartado de una línea de lucha contra las políticas globalizadoras, neoliberales, y en especial, la guerra, bajo escudos falsos de antiterrorismo».Para Kil Chol Hyok, jefe de Relaciones Internacionales de la Juventud Comunista Kim Il Sung, de la República Popular Democrática de Corea, esta debe ser la «máxima» de trabajo en los frentes estudiantiles y juveniles que hoy se enfrentan a gobiernos inhumanos, que realizan acciones bélicas y dirigen agresiones contra quienes se les opongan.
En declaraciones a JR, Kil Chol Hyok destacó también la importancia que reviste el aunar fuerzas entre las juventudes de Cuba y su país, y estrechar los lazos de amistad, para así consolidar y revitalizar, junto a otras naciones, los movimientos juveniles.
En esta segunda visita a la Isla, el dirigente juvenil expresó, en nombre de su organización, el deseo de aumentar los intercambios entre los jóvenes cubanos y coreanos, y ampliar también los vínculos políticos.
A propósito de su reciente participación en el encuentro que se realizó en Caracas, Venezuela, con motivo del 60 aniversario del primer Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, Chol Hyok comentó que le había llamado la atención ver cómo en el siglo XXI se han consolidado los movimientos estudiantiles y juveniles en el mundo, principalmente los venezolanos, que junto al presidente Hugo Chávez se esfuerzan por llevar adelante la Revolución Bolivariana.
Además, destacó la necesidad de hacer hincapié en el carácter político de la acción de todos estos grupos y organizaciones que se fraguan al calor de la democracia y la lucha por los derechos más humanos y justos.
«En nuestra liga insistimos en la consolidación del trabajo ideológico, pues esta fortaleza lo determina todo: los sentimientos y las ideas no se pueden destruir, no se pueden comprar, siempre estarán ahí», afirmó.
«Cuba es un ejemplo a seguir; la UJC constituye realmente la vanguardia de su juventud. Los jóvenes de todos los países deberían reflexionar sobre el papel que hoy les toca jugar y tomar ejemplo de quienes, a lo largo de estos años, han llevado adelante el movimiento juvenil».