Ciudad de La Habana,
17 de junio de 2007
«Año 49 de la Revolución»
Los niños y jóvenes tenemos hoy la pluma con razones suficientes. Nos convoca el cariño y el afecto por ustedes, porque queremos que en este día tan especial no sientan la lejanía y la nostalgia que asalta a los cubanos cuando añoran la Patria.
Hoy sufren una injusta condena por haber sido padres en primera instancia, por su infinito amor hacia todos los cubanos, pero muy especialmente por los pinos nuevos. Se entregaron a la justa causa de la dignidad y por ello sufren el ensañamiento de las autoridades irracionales e inescrupulosas del norte.
Mas hoy, su hazaña recobra todo su esplendor y hemos decidido, porque han sido buenos y justos como soñó Martí, reservarle a los Cinco un puesto especial junto a nuestros padres y abuelos.
Las felicitaciones se harán flores y llegarán atravesando barrotes, pero la perfidia no mata la belleza y mucho menos a la que emana de los que hemos comenzado a vivir.
René, Fernando, Antonio, Ramón y Gerardo:
Felicidades en el Día de los Padres.