La FEEM debe preocuparse por los problemas de sus miembros, reconoce el presidente de la organización en Villa Clara. Foto: Roberto Morejón «Hacer de cada escuela un centro difusor de cultura y valores, dejar en cada espacio la huella creadora de los jóvenes, e integrar permanentemente al concepto Patria las urgencias de la Revolución, son conceptos a esgrimir todos los días por los estudiantes de la Enseñanza Media para asegurar la continuidad de la obra revolucionaria».
Así lo aseguró Julio Martínez, primer secretario de la UJC, durante el Consejo Nacional de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM), celebrado este fin de semana en la Escuela Nacional de Cuadros Julio Antonio Mella, en la Ciudad de La Habana.
Reflexiones similares tuvieron el consentimiento de los miembros de dicha organización, quienes debatieron en sus grupos en todo el país el documento titulado Los estudiantes en la continuidad de la Revolución.
¿Qué hicimos con los que, después de graduarse en el Curso de Superación Integral para Jóvenes, siguieron sin vínculo laboral ni educacional?, preguntó Yonny Águila, presidente de la FEEM en Villa Clara, luego de reconocer que no es suficiente la labor de la organización para lograr plenamente los propósitos de su existencia.
«A veces pensamos que quitándole el estipendio a estos muchachos por faltar a clases, resolvemos el problema del ausentismo. Muchos de los incorporados son madres con varios hijos, que en ocasiones se enferman. Eso hay que valorarlo con una mirada más flexible», precisó Águila.
Pedro Hernández, presidente de la FEEM en La Habana, reconoció que a la organización le faltan iniciativas para hacer de las escuelas internas un lugar cada vez más parecido al que necesitan sus estudiantes.
Lázara Mercedes López Acea, miembro del Secretariado del Comité Central, reconoció que para salvar a la Revolución se necesita mucho de los estudiantes de la FEEM, quienes tienen la responsabilidad de convertir a cada escuela en el sitio donde se consolida una cultura general integral, que tiene en lo más alto la solidaridad y el humanismo de sus estudiantes y profesores.