Los que soñamos por la oreja
Una de las bandas metaleras que entre nosotros más provecho ha sacado de la democratización de la industria cultural y del arribo de la era digital al mundo de la música es, sin discusión alguna, Chlover, que en el presente 2012 celebrará el décimo aniversario de su fundación. En el catálogo que estos artemiseños han ido armando, con tesón y sistematicidad en su quehacer durante casi diez años, aparecen los demos Pain is weakness, Tercer azul, Sesión 4, el CD Primer encuentro con el lado oscuro, el home video Left the pain, el DVD Sembrar razón, sangrar sudor, materiales a los que recientemente han sumado un nuevo DVD titulado La maldición.
Contentivo de tres piezas, a manera de adelanto de las que figurarán en su próximo disco y que aquí las encontramos tanto en audio como con sus respectivos videos, en el DVD se incluyen también una galería de fotos y entrevistas a los miembros de la agrupación, que dicho sea de paso es uno de los grupos de mayor estabilidad en su nómina de integrantes en la escena del rock y el metal cubanos.
En cuanto al material sonoro que aquí nos muestra Chlover, el mismo transmite energía a raudales, como ha sido característico en el devenir de la banda. El primer corte, que da nombre al DVD, es ejemplo del moderno metalcore. Lo que más me sorprende de la pieza es la incursión que en un pasaje de ella se hace en la clave cubana y que da por resultado una interesantísima polirritmia, nunca antes presente de esta forma en el trabajo de Chlover. Sinceramente pienso que el breve, pero efectivo acercamiento del ensemble a lo que algunos gustan denominar metal mestizo, y que entre nosotros tiene como únicos cultores a los pinareños de Tendencia, abre un camino de posibilidades aún insospechadas para los metaleros cubanos.
Viene a continuación el tema titulado La fiera, clásica muestra del estilo de Chlover, donde el hardcore es quien señorea. Estoy convencido de que en directo, la pieza le rendirá al grupo muchos frutos entre los fanáticos a los sonidos extremos. El texto también resulta llamativo por el mensaje que nos brinda, a fin de que todos ejerzamos el debido control sobre la fiera que llevamos por dentro.
El último corte de la grabación tiene por nombre Solo por siempre y se trata nuevamente de una incursión por los aires del metalcore. Muy bien utilizados son los cambios de estructura en la pieza, así como el empleo de coros melódicos y de unas efectivas backing vocals. Al igual que en los temas anteriores, nos encontramos aquí un logrado texto, que habla de las esperanzas y desesperanzas del cubano, en un canto a la resistencia, al corte de esos ya clásicos de la agrupación que son Poder a la gente y Resistiendo.
Para la realización del DVD La maldición, que dicho sea de paso es una idea original de Orlando Acosta (baterista y director del piquete), la banda artemiseña —que ahora es un sexteto, pues han añadido una tercera guitarra— tuvo la colaboración de un equipo en el que figuraron Anne Marie Vázquez Bueno como directora general del audiovisual, Alberto Rodríguez en la producción musical (en la que también intervinieron los integrantes del ensemble), Nacho Vázquez y Pedro Rodríguez como responsables de la fotografía, y Alain Echeverría en lo referido al diseño interior.
Quien esté interesado en adquirir esta producción y de paso escuchar en vivo al sexteto conformado por los guitarristas Alain Echeverría y Milton Núñez, el bajista Noel Camerota, el baterista Orlando Acosta, el vocalista Michel Hernández y el recién llegado Jorge Luis Camerota en una tercera guitarra, solo tiene que asistir el próximo sábado 28 al concierto que, en horas de la noche, el grupo ofrecerá en la sala Maxim Rock.
En la ocasión, Chlover compartirá escena con la banda argentina Jaque. Reina, un power trío que se mueve entre el nü metal, el hard rock y hasta algo de pop, y que si en vivo alcanzan la fuerza interpretativa registrada en un CD como Corazones amputados (el único álbum que he podido escuchar de ellos), es una propuesta altamente recomendable para quien guste del rock sin etiquetas, pero eso sí, colorido y agresivo, armado en torno a una voz visceral, cuerdas afiladas y ritmos crudos. Allí nos vemos.