Los que soñamos por la oreja
Hace apenas unos años, pensar que las bandas cubanas de rock publicarían discos era algo quimérico. Pero como decía Enrique José Varona, «lo único eterno es el cambio» y así, llegó el momento en que empezaron a derrumbarse los prejuicios y animadversiones que hicieron que entre nosotros por mucho tiempo se viera el rock como un estigma. Por eso, incluso hoy tenemos agrupaciones que no solo han editado un fonograma sino que ya van por el segundo o el tercero en su carrera.
Entre quienes a partir de derrochar esfuerzo y talento se han ganado el derecho a tener varios álbumes a su nombre, ahora se incluyen los miembros de Tesis de Menta, la agrupación encabezada por la pareja que integran Roberto Perdomo y Beatrix López. Hace un tiempo ellos publicaron a través de la EGREM el CD Mi generación, un disco en el que se podía distinguir claramente por dónde iban los intereses musicales de la banda, pero que como propuesta de colectivo aún no lograba un trabajo cohesionado entre los miembros del ensamble, con lo que los músicos invitados tenían un rol demasiado protagónico.
Han pasado los años y en la actualidad, Tesis de Menta es uno de nuestros grupos de rock con mayor empaste y sentido de lo que representa el trabajo de equipo en una banda. Esto se percibe a la perfección a través de los 12 temas que integran su más reciente producción fonográfica, el CD titulado Fragmentos, que, con diseño de Nacho Vázquez, sale al mercado a través de Producciones Colibrí.
Si en su ópera prima desde el punto de vista estilístico encontrábamos varias tendencias, en lo que nos proponen ahora uno siente que la agrupación se ha decantado totalmente por los aires del mejor hard rock de todos los tiempos (las reminiscencias setenteras abundan por doquier), en el que por supuesto —como sucede entre los clásicos de la corriente— hay siempre espacio para la balada y el blues rock. En este sentido, mucho contribuye el notable desempeño que a lo largo de toda la grabación tiene Jesús Sanabria, hacedor tanto de potentes riffs como de calientes solos, que lo convierten sin la menor discusión en uno de nuestros más dotados guitarristas eléctricos en el presente y que, como instrumentista, progresa por día.
Otro de los aciertos del álbum está justo en el repertorio incluido y que ratifica a Roberto Perdomo como un compositor maduro, en el que particularmente me llaman la atención la agudeza y el buen decir de sus textos, entre los que sobresalen las piezas La mentira, Queda amor y El porvenir.
Él ha encontrado la fórmula para escribir temas que encajan a la perfección en el estilo interpretativo de Beatrix López, hoy por hoy quien mejor ha descifrado entre nosotros los secretos de cómo cantar blues rock. Por ello, aplaudo que en Fragmentos, a diferencia de lo ocurrido en Mi generación y donde las partes vocales fueron repartidas por igual entre Perdomo y Bea, ahora sea López quien asuma la mayor cantidad de piezas.
Algo que también me parece una sabia decisión por parte del colectivo de Tesis de Menta es el hecho de que para sus discos, ellos busquen como responsables de la producción musical a personas ajenas a la membresía de la agrupación.
Semejante proceder aporta otros elementos a las características que tipifican el quehacer del grupo. Así, en este CD, Roberto Perdomo escogió para dicha función a Esteban Puebla, un músico «todoterreno» y que, si bien solo se le asocia a su labor como integrante de Síntesis ya por 20 años, es alguien con una capacidad de trabajo impresionante y un arsenal técnico que otros músicos deberían tener en cuenta a la hora de pensar en posibles productores.
Entre los cortes más recomendables de la grabación, yo mencionaría Desde el principio, Mary se descalza, Hombre X, Ángel y soledad y Estado de....
¿Mis inconformidades con el CD? Creo que en la mezcla, por momentos el bajo sale demasiado en primer plano y sobresatura algo la grabación, la que (a mi parecer) no consigue captar en su totalidad la fuerza y energía que Tesis de Menta despliega en sus conciertos, verdaderos derroches de vitalidad y que es fácil comprobar si se asiste un domingo por la tarde a la peña que realizan en el club La Zorra y El Cuervo, ¡una opción altamente recomendable!