Los que soñamos por la oreja
El destacado instrumentista César López. De los muchos cubanos que hoy enaltecen la historia del saxofón entre nosotros, uno de mis favoritos es el camagüeyano César López. Lo único que lamento es que cada vez que coincidimos, y nos ponemos a hablar de pelota, jamás llegamos a acuerdo alguno. Al margen de esa diferencia, profeso una profunda admiración por César desde que empecé a escucharlo por los 80, cuando aún él era estudiante, pero ya se presentaba en los festivales Jazz-Plaza.
Luego de trabajar en la agrupación de Bobby Carcassés, integró una de las formaciones de Irakere, grupo del cual salió para crear el proyecto Habana Ensemble. Con participación en diversos discos, creo que uno de sus mejores registros, y a la vez de los más incomprendidos en nuestro medio, fue el álbum Kubilete, que López grabase para el sello Unicornio y que viese la luz en el 2000. Aquel fue un CD de puro jazz eléctrico, cercano a lo hecho por gentes como Dave Weckl o Yellowjackets. Con piezas escritas en su mayoría por el tecladista José Ramón Mestre y en lo fundamental con el respaldo del bajista Arián Suárez y Fernando Favier en la batería, el fonograma resulta memorable por temas como Las tres cabezas de Fernando, Kubilete y La esquina de Weckel.
En meses recientes, César López nos ha vuelto a entregar otro estupendo disco, aunque esta vez no se proyecta como una figura solista sino que la grabación se acredita a su nombre y al de Habana Ensemble. En tal sentido, Andante (Bis Music) es un material que sobresale por el espíritu de colectividad que transmiten sus nueve cortes, donde cada uno de los músicos participantes se pone en función de una obra de conjunto, que se mueve por disímiles géneros y estilos que van desde el jazz (no solo en su vertiente latina), la balada pop, hasta algo de los aires del rock, con el saxo como elemento vertebrador de la propuesta.
Si un rasgo caracteriza el nuevo trabajo discográfico de César López y Habana Ensemble es su buen gusto, evidenciado tanto en el repertorio del CD como en los excelentes solos que se suscitan. En cuanto a los temas aquí recogidos, aparecen composiciones del propio César, como Picadilly y Geishas en La Habana, mientras que el pianista Alexis Bosch aporta piezas como Sapo que rueda y Pitacatacán. Este último también es el productor de la grabación y corre con siete de las nueve orquestaciones.
Completan el material obras de Chucho Valdés (Santa Cruz), Élmer Ferrer (Kelembe), una de creación colectiva (Mpumalanga) y dos cortes que constituyen verdaderas sorpresas: una versión de How deep is your love?, original de Bee Gees (con formidable desempeño de César en el contralto y un cierre muy a lo cubano), y un tributo a Stevie Wonder donde se incluyen sus canciones Isn’t she lovely, You’re the sunshine of my live y Sir Duke, un arreglo que se inicia con una concepción instrumental, que da paso a una segunda parte cantada, para concluir con una vuelta al lenguaje instrumental de fuerte acento en códigos provenientes del jazz latino.
Como apuntaba anteriormente, este es un álbum que se distingue por su proyección colectiva, en la que cada participante se destaca en sus funciones. Así, además del papel jugado por César López en el disco, hay que resaltar el quehacer de Joaquín Moré como cantante, que evidencia las potencialidades de su voz al interpretar How deep is your love? y You’re the sunshine of my live. Igualmente, alguien al que se le deben mucho los buenos aciertos del CD es a Alexis Bosch, quien, como ya he dicho en otras oportunidades, es uno de los mejores pianistas entre nosotros a la hora de armonizar, algo que aquí demuestra de nuevo.
Mientras tanto, la base está a cargo de Juan Pablo Domínguez (bajo), Ahmed Mitchel (drums), Eliel Williams (congas) y Jalidan Ruiz (pailas), todos con brillante desempeño, como también ocurre con los guitarristas Élmer Ferrer y Emilio Martiní. De lo expuesto, es obvio que como CD, Andante, de César López y Habana Ensemble, resulta altamente recomendable.