Las tres del domingo
Liang Shi, de 56 años, ha llevado una vida exitosa. Trabajó en varias industrias diferentes, abrió su propio negocio, se casó y tuvo un hijo. Pero hay un objetivo que no ha logrado, aunque no por falta de intentos: el extenuante examen «gaokao» de dos días para ingresar a la universidad de Sichuan, una de las mejores de China, al que aspiraron casi 13 millones de estudiantes. Hace 40 años Shi hizo el primer intento ante las cuatro materias: chino, matemáticas, inglés y ciencias (física, química y biología) o artes liberales (política, historia y geografía). Ahora fue su 27mo. intento y por su persistencia, al menos logró atención nacional en las redes sociales, dijo China Daily.
Incapaz de decirle eso a ninguna de mis vecinas. Se trata de Rocky, un bóxer de 9 años, que vive en Normal, Illinois, con sus dueños Brad y Crystal Williams y acaba de romper el récord Guinness como el perro con vida que tiene la lengua más larga del mundo, pues mide 5,46 pulgadas. Con ello le arrebató el título a Zoey, una mezcla de Labrador y Pastor Alemán de Louisiana, cuyo músculo bucal es de 5
pulgadas y había reclamado antes el récord de Mochi, cuando la San Bernarda con lengua de 7,3 pulgadas murió a comienzos de año.
Inspirados en el Récord Guinness, dos pilotos de Delta Airlines, el capitán Aaron Wilson y Barry Behnfeldt, y el técnico en aeronaútica Thomas Twiddy, volaron durante 48 horas por 48 de los estados de EE. UU. El trío voló en un PA32R Piper Saratiga de seis asientos desde Michigan y aterrizó en cada uno de los aeropuertos hasta finalizar en Maine, en realidad 44 horas y siete minutos después, batiendo su propia meta y desmintiendo lo que escribieron sobre el cielo de Maine: «48N48».