Las tres del domingo
Desconocer la letra de la Ley no te exime de su cumplimiento y en caso contrario del castigo, ni siquiera esa frase es conocida por Raymond Clifton, un floridano empleado de un negocio eléctrico que llegó hasta un grupo de trabajadores de un negocio de chatarra y les preguntó si robar y vender cobre era una contravención, una felonía o un delito culposo.
El ignorante o desfachatado, como usted quiera catalogarlo, había sustraído y puesto en venta el utilísimo metal en 17 ocasiones desde junio y ganado 5 300 dólares. Por apropiarse de lo ajeno ahora está en la cárcel y debe pagar una multa de 10 000 dólares.