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Este es Mark, el corrupto. Foto: AP Los mensajes instantáneos y los correos electrónicos, en su mayoría, eran explícitamente sexuales. Datan de 2003 y también de 2005, pero solo ahora han salido a la luz pública, para escarnio del representante republicano por la Florida, Mark Foley, quien abruptamente renunció el viernes 29 de septiembre. El receptor de los correos de Maf54, firma electrónica del legislador, no ha sido identificado, pero se trata de uno de los pajes de la Cámara de Representantes, un adolescente de 16 años, como todos los estudiantes de high school que sirven de asistentes y mensajeros en el recinto congresional, una tradición que data de 1829.
Un nuevo escándalo sacude al partido de Bush a poco más de un mes de las elecciones de noviembre y los lamentos tienen mucho que ver con cuanto pueda ocurrir en las urnas, aunque se trata de un proceder repulsivo y monstruoso que parece estuvo apañado por el liderazgo republicano en el Capitolio.
La conducta de Foley, quien para mayor vergüenza era co-presidente del Caucus del Congreso sobre Niños Perdidos y Explotados, se consideraba un secreto a voces entre los pajes que eran sus presas; según las investigaciones preliminares las alertas rojas comenzaron a fines del año pasado, y a comienzos de este 2006 ya había sido advertido el speaker de la Cámara, J. Dennis Hastert. Sin embargo, un manto cubrió el entorno y solo ahora el FBI entra en acción para conocer si Foley violó leyes federales al enviar e-mails y mensajes de chateo «inapropiados» a los muchachos.
Algunos piden ya la renuncia de Hastert, a pesar de que este recién pidió una inquisitoria al Departamento de Justicia sobre el representante floridano, porque primero dijo que acababa de enterarse de la situación y ya se sabe que la conocía desde hacía meses y solo le habían hecho una tranquila y discreta advertencia a Foley para que dejara tranquilos a los asistentes.
Vericuetos sórdidos comienzan a salir a escena en este caso que involucra a un representante que nada menos ganó renombre cuando hizo campaña contra la pornografía infantil en Internet, probablemente por aquello de dime de qué alardeas y te diré de qué careces. Este martes, su abogado dijo que su cliente había sido a su vez abusado sexualmente cuando era un menor. Mark Foley, en carta-fax a la estación televisiva WPBF, reconoció sus dificultades emocionales cuando escribió: «Creo fuertemente que soy un alcohólico y he aceptado la necesidad de un tratamiento inmediato para el alcoholismo y problemas de conducta relacionados...».«Lamento profundamente y acepto completa responsabilidad por el daño que he causado».
Las indecorosas y gráficas conversaciones hacen evidente una ausencia o escasez de «valores morales» en el representante de una administración que se jacta de conservadoras posiciones de «integridad». Un punto más de descrédito en toda una lista de escándalos que sacuden al Partido Republicano y una postura personal que se asemeja, por lo vil y repulsiva, a la continua práctica de violación política.