Frente al espejo
«La historia de los mártires de la Patria, como los hermanos Saíz, debe ser contada una y mil veces, desde las diferentes facetas y por quienes estuvieron al lado de su huella (Remembranzas que conmueven, Dorelys Canivell Canal, 18 de agosto). Los jóvenes beberán de esas páginas, porque en ellos quedó una estela para continuarla». (Nébuc)
«Estos relatos de la historia de nuestros mártires me dan un sentimiento profundo de dolor. Es triste ver cómo los hermanos Saíz dieron sus vidas por lo que hoy tenemos… Yo nací en el año 1962 y surgí de una familia muy humilde. Todo lo que soy se lo debo a esta Revolución tan linda, que me permitió estudiar y hacerme una mujer de bien. En el otro sistema hubiese seguido en la más absoluta pobreza, sin estudio, sin atención médica. Lo que sí les puedo decir es que si me hubiera tocado vivir esa época, hubiera luchado por los ideales al igual que lo hicieron nuestros mártires…». (María Elena)
«Buena crónica, amigo Carrero (Castaño y el raro encanto de los pueblos «sin encanto», Yosley Carrero, 18 de agosto). A poco más de un kilómetro de Castaño, deben estar todavía las ruinas de la casa colonial de doña Tula Gamboa, negra nacida esclava que encantó con su belleza a su rico dueño (algo así como la Fuló de la que hablaba Luis Carbonell). Se casó con él y a su muerte lo heredó. Todo eso me llegó por vía de la oralidad. Se cuenta que iba a Ranchuelo en coche tirado por caballos y que al final fue estafada y murió poco menos que indigente. Quizá alguna persona de esa zona pudiera investigar sobre el personaje». (Pedro Nolasco)
«Maestro Ciro, desde Ecuador sigo con tremenda atención su columna dominical, como lo hacía en Cuba. Hoy nos dejó “con la miel en los labios”… ¿Quién era el propietario de la mayoría de los inmuebles del barrio de Colón?». (Eduardo)