Frente al espejo
«Ciro: Cuánto se agradece lo que hace usted. Lo que más me ha impresionado de esta crónica (y durante toda mi vida) es la inquebrantable lealtad entre Gómez y Maceo en medio de toda la desunión, la adversidad y la desidia que tuvieron que enfrentar [Cómo murió Antonio Maceo (final), Ciro Bianchi Ross, 7 de agosto]. Dos hombres que no dejaron más escritos porque, sencillamente, vivían como pensaban. No podían ser más distintos y a la vez tan cercanos. Uno blanco y el otro negro; aquel extranjero y este cubano. Pero ni rastro de racismo o xenofobia... Se respetaron y hasta morían por el otro: amistad de la escasa. Estuvieron por encima de todo. Resumen lo mejor de nosotros». (Andrés)
«Luque: (…) Creo que este artículo (El pozo y la oveja, Luis Luque, 11 de agosto) refleja con mucha claridad la evolución o —mejor dicho— involución del Estado israelí. Ya puede decirse cualquier deformidad en el abuso y la violencia y siempre nos quedaremos cortos. Ese Estado se ha tornado algo así como un Frankestein, deforme, horrible, violento e incontrolable incluso por sus propios promotores.
«Un pueblo que ha sido paradigma del sufrimiento ahora es rehén de una élite grotesca que usa el miedo, la violencia y el mesianismo como arma y explicación, incluso contra su propio pueblo...». (Frank, Las Tunas)
«Hola, ocurrentes. Soy una fan de la columna Tecla del Duende desde los tiempos en que el Guille estaba entre nosotros (Tecla Ocurrente). Le rinden homenaje a él cada vez que se publica esta tecla, que tantos seguidores tiene a lo largo y ancho de nuestro verde caimán y no ha perdido ese toque mágico que hace del espacio un lugar de reflexión y aprendizaje para nosotros los jóvenes.
«La sección fluye con juvenil frescura y encantan las historias y poemas que publica, interesantísimas por las enseñanzas que encierran… Creo hacen un trabajo con mucho amor y dedicación…». (Daviana, 18 años, Ciego de Ávila)