Frente al espejo
«Me gusta mucho leer la prensa, no tengo preferencias por ninguna porque me gusta la lectura y estar actualizado, le diré que leo mucho y todos los artículos y me gustan sus escritos, particularmente Los filos de la vagancia (Osviel Castro Medel, 22 de junio). Hay que tomar medidas con estas personas. Considero que hay que hacerlo de inmediato porque están viviendo del sudor ajeno, están haciendo mucho daño, y la situación internacional nos esta exigiendo que tenemos que producir. A estas personas el Estado le da alimentos, atención médica, educación a sus hijos, por lo que de alguna forma están obligados a incorporarse a la producción, (Florentino Alonso Pérez)
«El presente es para poner en su conocimiento que he leído los artículos Espontánea, bella y natural como la danza (Mario Cremata Ferrán, estudiante de Periodismo), El gigante, de nuevo en camino (por Luis Luque) y La Llave del éxito (por Eyder La O y Lisván Lescaille), de la edición dominical correspondiente al día 6 de julio del presente año, y quiero agradecerles a todos por lo que allí se expresa, muy especialmente en el primero aquí mencionado». (Eddy Martínez)
«Le escribo para hacer algunas observaciones a la forma en que se ha publicado el artículo Niña mordida por un majá (Luis Hernández Serrano, 1ro. de julio). Soy Licenciado en Educación, especialidad de Biología, llevo más de diez años visitando los montes de Cuba y estudiando la fauna del país, así que tengo cierta experiencia sobre el tema para poder analizarlo desde la visión de especialista.
«Es cierto que un majá de Santa María puede haber mordido a la niña, las causas pueden haber sido muchas, pero... conociendo a los cubanos y escuchando los comentarios que ha levantado este artículo, en cualquier momento le declaran una guerra a los majaes de Santa María, los cuales están en bastante malas condiciones de supervivencia, debido a todas las acciones que desarrollamos los hombres reduciendo su hábitat y colonizando los lugares donde él se desarrolla limitando su territorio y su alimento.
«Si el majá hubiese querido “comerse” a la niña, no hubiese huido cuando ella se movió y lloró, pues estos animales matan por constricción, o sea, hubiese enrollado a la niña con su cuerpo formando anillos para matarla. Pero no fue así, aunque desconozco los motivos por los cuales la mordió.
«En el artículo se escribe “La leyenda popular cuenta que esta serpiente toma leche materna y también dicen que siente predilección por ese olor y ese sabor”. Asumo que esto lo dijo el padre de la niña, pero el periodista no se tomó el trabajo de preguntar a algún especialista si esto puede ser realmente cierto, —los majaes no toman leche— es imposible para ellos pues la constitución de sus mandíbulas y dientes se lo impide (incluso una vez fue publicado en un periódico), normalmente lo que hacen es buscar el calor que se crea en una zona arropada como puede ser una cuna, pero solo cuando no tienen otro lugar donde esconderse.
«Considero que el periodista debió buscar a un especialista que explicara las posibles causas de este comportamiento, buscar sobre los hábitos de esta especie y mostrarlos junto con la creencia popular para brindar posibilidad de comparación al lector, buscar estadísticas médicas de mordidas por serpientes en Cuba, también cuestionar por qué se está permitiendo tener estos animales en las ciudades cuando están protegidos por la ley, están en peligro de extinción y además pueden atacar cuando se defienden, además de por qué se permite criarlos sin ninguna condición higiénica o de seguridad.
«Cuba tiene una política de protección a estas especies que informaciones como estas pueden debilitar. Ya tenemos suficiente con “Tiburón” y todas sus partes, “Anaconda” y todas esas películas que lo que hacen es poner en posiciones más desventajosas a nuestra tan maltratada fauna». (Joel Hernández Marín, Agencia de Medio Ambiente Cuba)
«El pasado día 22 de junio fue publicado por ustedes el artículo Guanahacabibes (José Luis Estrada Betancourt), el cual me resultó muy grato porque sé que los amantes a la naturaleza y a la fauna de nuestro país disfrutaremos de un excelente trabajo documental por el Canal Educativo 2.
«La razón que me impulsa a escribirles hoy podría parecerles insignificante, pero desde mis modestos conocimientos de Espetología, me veo obligado a corregirles. Resulta que al pie de la fotografía del majá de Santa María se afirma que esta es la boa más pequeña del mundo; cosa que discrepo.
«El Epicrates Angulifer (majá de Santa María) es un booide endémico de Cuba, cuyo tamaño promedio ronda entre los 4,50 metros y puede alcanzar una longitud máxima de 6 metros; lo que la convierte en la mayor boa de todo el Caribe. Por otra parte en nuestro país existen otros booides de menor tamaño. Estos ofidios pertenecen a la familia Tropidolphidae, únicamente existente en las Antillas, y en algunas regiones aisladas del subcontinente latinoamericano. Nuestro país posee la representación más variada con alrededor de 15 especies registradas hasta el momento. Ejemplo de esto: el Tropidolphis Pardalis y el Tropidolphis Espirit, que rondan los 250 milímetros de talla máxima. Por lo que creo que estas deberían ostentar el título de las más pequeñas». (Rodolfo Rodríguez Montero)
«Acabo de leer tu artículo ¿Dónde están los padres? (Alina Perera Robbio, 17 de julio). Te escribo por que soy padre de dos hijos maravillosos que lo único que me falto fue parirlos, el mayor tiene 12 años y el menor 10. Llevo prácticamente dos años con ellos, es decir ellos y yo solamente. La experiencia ha sido muy bella, no hay nada más hermoso que ver crecer a tus hijos, educarlos y por supuesto cosechar lo que has sembrado. No creas que todo ha sido bueno, están las discusiones, los regaños, en fin, el diario. No sé si esto colma tus expectativas, por supuesto he participado en su educación y crianza desde que nacieron, lo que pasa que en esa época la madre compartía conmigo la crianza. «Anécdotas tengo muchas. Tan solo te escribí por que realmente no tengo miedo de lo que puedan pensar de mí. Estoy a tu disposición para lo que te interese al respecto». (Rafael Fernández Almirola).