Frente al espejo
«Me sentí muy identificada con su crítica sobre la telenovela cubana ¡Oh, La Habana! (Sin antídotos para el tedio, Joel del Río, 19 de agosto). No creo que sea usted una persona hipercrítica, pues sin tener yo un mínimo de conocimientos sobre audiovisuales puedo darme cuenta de las dificultades señaladas. No se puede dejar de señalar, claro está, la calidad de los actores y técnicos que hicieron un gran esfuerzo en la realización de la serie, pero la crítica constructiva debe ser siempre bienvenida. Me gustaría que hablara usted acerca de la música en la novela, pues no hace alusión a esto en su comentario». (Mirta S. Pino)
«Su crítica sobre la telenovela cubana se ajusta totalmente a la realidad. Es increíble el esfuerzo que se realiza por nuestros actores tratando de darle vida a una factura que nació sin vida. Para nada ganará usted enemigos. El periodismo crítico, y más para el arte, es medicina para curar la mediocricidad y evitar que se expanda». (José Sánchez Prieto)
«Permítame elogiarlo por tan buen artículo acerca de la novela ¡Oh, La Habana!. No crea que ha sido injusto en sentido alguno. Estoy completamente de acuerdo con usted al considerar que se desaprovecha a muy buen elenco, así como los temas que, tratados de otra manera, hoy merecerían sobrados aplausos. Por lo demás, lo exhorto a que siga con tan buenas críticas como esta». (Betty Diego)
«Lo felicito por su excelente trabajo sobre las amas de casa (Heroínas de la retaguardia, Juan Morales, 19 de agosto). No soy una de ellas, pero mi mamá sí después de haber trabajado muchos años como profesora universitaria... Mi mamá guardó su artículo, pero debería plasticarlo para que dure toda la vida. Soy anestesióloga, una especialidad poco reconocida pero importante. Permítame sugerirle un trabajo sobre la misma». (Dra. Marta Ferriol Rodríguez)
«Leí su comentario (Suena cubano, Rufo Caballero, 21 de agosto) y también terminé preguntándome hasta dónde llega lo popular y dónde irrumpe lo vulgar. Cuando usted tenía el programa televisivo La Columna, yo me quejaba de ese lenguaje tan rebuscado que empleaba. Muchos nos quedábamos “botados” sin entender. En este comentario se ve más cercano al cubano. Siempre que no sea chabacano, ¿por qué no emplear frases bien cubanas como la que se refiere en el artículo: “fulano está escapa’o”?
«Olvídese de los acérrimos defensores del español rebuscado; sea más coloquial y sepa que muchos lectores y televidentes, desde el científico hasta el trabajador de Comunales, se lo vamos a agradecer». (Rafael Rodríguez Frías, estudiante de Comunicación Social)
«La red de redes que nos atrapa y nos une me ha llevado hasta un trabajo suyo sobre Benny Moré (Genialidad y lucidez, Yelanys Hernández Fusté, 22 de agosto). Por lo que con modestia desliza en sus apuntes, usted no es cogeneracional con El Bárbaro del Ritmo, lo que hace más meritorio su trabajo. Comparto la exactitud de sus apreciaciones sobre la personalidad de ese genio lajero, pero estoy en desacuerdo con el calificativo que le dio a la banda gigante. Benny no habló de jazz band. Ese es un término que muchas veces se ha empleado para calificar grandes agrupaciones cubanas, interpretando géneros cubanos. En este caso, podemos referirnos a la orquesta de Benny Moré como “la banda gigante” o simple y “cubanamente” como “la Tribu”, así él mismo la llamó». (Juan Jorge Álvarez, Cartagena de Indias, Colombia)