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Les pagaron el estanque, pero no se esclarecen todas sus acusaciones

El pasado 22 de mayo, y desde Santa Cruz del Sur, en Camagüey, Dainel Nápoles Manso reveló que él, su hermano Darnel Nápoles Manso y Carlos Pérez Olivera, camaronicultores de la empresa Cultisur, a fines de agosto de 2024 culminaron su ciclo productivo y les sacaron vacaciones, las que se interrumpieron por la Jefa de Personal y el Jefe inmediato para decirles que eran separados de la entidad. Y según la Jefa de Personal, se había reunido una comisión de idoneidad, que los calificó como no idóneos. Comisión que nunca vieron. Y añadió la funcionaria que no tenía dónde reubicarles. Perdían su vínculo laboral.

Preguntaron por qué no eran idóneos, y la respuesta fue que en su estanque los habían «atarrayado»; es decir, terceras personas les sustrajeron especies furtivamente mediante tarrayas. Y por ello no habían cumplido su plan de captura. 

Dijeron que a todos los camaronicultores los habían «atarrayado», algo común en los estanques, por cierto, no cuentan con cercas perimetrales ni  protección, incluso para los trabajadores, quienes han sufrido agresiones de pedradas y hasta les han sacado machetes. Y esgrimieron que tampoco nadie había cumplido su plan respectivo.

El jefe inmediato respondió que otros se acercaron más al plan. Ellos defendieron que en el ciclo anterior habían cumplido y sobrecumplido. La Jefa de Personal ripostó que eso no importaba. Y para Dainel era vital valorar integralmente a un trabajador si no ha tenido sanciones anteriores.

La Jefa de Personal les hizo firmar la notificación de separación, y, al ellos solicitarle una copia, les dijo que no podía dársela. Que reclamaran si querían. Los trabajadores fueron a la CTC, y allí los remitieron al Órgano de Justicia Laboral de Episur, entidad de la misma rama, para reclamar su demanda ante la administración en un juicio laboral. Y cuando  se pagó el dinero del ciclo productivo, ellos no lo recibieron. Tampoco las jabas de fin de año.

 Se hizo la vista laboral, y el Órgano falló con lugar a la reclamación de los tres. El Director no quiso firmar el fallo. Ellos fueron a ver al Director, quien les dijo que ya no eran trabajadores de la empresa. Y ellos respondieron que mientras estuvieran en la reclamación sí lo eran.

 Según Dainel, no les dieron nada tampoco, después de que el jefe no quiso firmar la vista del Órgano de Justicia. Entonces, tras varios días, el jefe fue a hacer la reclamación a los Tribunales, inconforme con el fallo. En el Tribunal le dijeron que ya todo se había ido de término. Y por eso tenía que reincorporarlos y pagarles todo el dinero, como quedó en el acuerdo del Órgano de Justicia Laboral.

La empresa los reincorporó y les pagó un mes de interrupción de 2024 y otro de 2025. Pero no les querían pagar el dinero de los estanques, según la Jefa de Personal, porque el factor de conversión de alimento (el pienso) era muy alto. Es verdad, decía Dainel, y también es verdad que el jefe de la sala de análisis, de conjunto con el jefe de granja y el jefe de producción, confeccionaron un documento oficial en el cual pidieron la certificación de los estanques, pues por muchas causas ajenas a los trabajadores no se cumplieron todos los parámetros a seguir. Sí se aprobó la certificación de todos los otros estanques y fueron pagados, pero no los de ellos.

Según la Jefa de Personal, fue la empresa en La Habana la que certificó. Ellos pidieron el documento que se había enviado en respuesta a que no les iban a pagar. Y ella dijo que no tenían que dar ningún documento. «Creo que hay muchas violaciones en este caso y tengo fe de que alguien se hará cargo de eso y pueda hacerse justicia», concluía.

Al respecto, ya finiquitó, desde el pasado 23 de junio, el plazo que tenía la empresa Cultisur para responder a esta columna y esclarecer tantas irregularidades acusatorias hechas por los tres trabajadores, de acuerdo con la vigente Ley del Sistema de Atención a las Quejas y Peticiones de las Personas.  Y solo quien responde a continuación es Mirialis López Álvarez, Intendente de Santa Cruz del Sur, de manera muy sucinta, sin profundizar en una investigación de todo lo que pasaron esos tres trabajadores:

«Adjunto respuesta del caso del periódico Juventud Rebelde del día 23 de mayo de 2025 de los compañeros Dainel Raúl Nápoles Manso con CI 84071918983 vecino de Inglesito No 9-A, entre Pepito Tey y Carlos Manuel de Céspedes, con Darnel Rafael Nápoles Manso, CI 92122241300, vecino de Calle D No 52, entre Oriente y 9 de noviembre, y Carlos Pérez Olivares. Referida a la inconformidad con el pago del estanque, en el que se le anexa todo lo realizado por la jefa del departamento de Atención a la Población del Gobierno y se declara con Razón el caso, estando conforme los tres compañeros con la respuesta».

 

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