Acuse de recibo
El pasado 7 de enero, desde Mayarí, provincia de Holguín, Leoncio Galano Gaínza contó que es técnico en Fiscalización y Control de Normas y Reglamentaciones en la Empresa de Comercio municipal, y más del 60 por ciento de su trabajo lo hace recorriendo la base. Y al intentar cobrar los gastos de dieta, por laborar fuera de la localidad, casi nunca en la caja de la entidad cuentan con el dinero disponible para resarcir esos gastos.
«Pero sí hay muchas justificaciones y peloteos, decía, para no pagar: que si el dinero que tienen no alcanza, que si le falta una firma al cheque o no lo han hecho, que no se han hecho los rembolsos, que si el dinero se utilizó en pagos menores o alguien se lo llevó todo… En mi empresa se agotaron las posibilidades, pues esta situación es de conocimiento del Director, al cual me subordino. La conoce el sindicato, el núcleo del Partido y todo el personal de las áreas Contable y Económica. Todos te dan una respuesta diferente.
«Cuando saco los gastos en que incurro al finalizar el mes, me doy cuenta de que estoy trabajando solo por cumplir con mi deber social. No hay economía que aguante, mucho menos la del bolsillo. ¿Qué se hace con el dinero que se asigna para las dietas?», concluía Leoncio.
Y responde Florencio Leyva Olmos, director general de la Empresa Municipal de Comercio y Gastronomía, que «al conocer la queja nos entrevistamos con el promovente; además, se revisó el consumo de dieta en los últimos cuatro meses del año. En la última etapa hubo dificultades con la entrega de dieta a los trabajadores, motivadas por varias razones, entre ellas, dificultad con la extracción de efectivo en el Banco por falta de fluido eléctrico y conectividad, e inestabilidad en los cajeros, en esta etapa ocuparon esa plaza cinco compañeros.
Señala también «el incremento del precio del transporte y de la alimentación que se ha elevado con la inflación que tiene el país. El efectivo autorizado por este concepto es de 4 mil pesos y solo se puede rembolsar cuatro veces al mes; el incremento de cursos de capacitación, ferias y otras actividades no planificadas. El incremento de la actividad en la caja de la empresa, pues como parte de la autogestión cumpliendo con la Resolución 99. La caja realiza varias operaciones para rembolsos de efectivo, debemos señalar además que en nuestra entidad 65 trabajadores usaron el gasto de dieta. Desde diciembre se ha ido adoptando un grupo de acciones para resolver la situación.
«Se solicitó al Banco el incremento de fondo para ese concepto de 4 mil a 8 mil pesos, lo que permitirá satisfacer las necesidades. Se actualizaron los precios a pagar por transportación según lo aprobado por la UEB de Transporte, tanto estatal, arrendado y particular. Se creó una nueva caja en la empresa solo para los rembolsos de la Resolución 99, lo que permite que la caja que entrega la dieta y pago menor pueda cumplir mejor su gestión. Se estableció un plan de dieta por área. Se definió una persona para llenar el modelaje de la dieta y otra de reserva ante cualquier eventualidad. Se actualizó el procedimiento para entrega de dieta implementando la Resolución 338 del Ministerio de Finanzas y Precios.
«El trabajador no le expresó su preocupación al Director General de la empresa, aunque sí lo realizó en las reuniones de su área y en la reunión del PCC de diciembre. Por último, debemos aclarar que en este período se han pagado más de 60 000 pesos por ese concepto. El día 26 de enero se desarrolló un encuentro con el promovente donde participaron el secretario de la sección sindical, el secretario del núcleo del PCC, el secretario del comité del PCC, la directora económica, el director de Supervisión y el Director General, donde se evaluaron las dificultades que han existido con este tema y las preocupaciones del trabajador, definimos la queja con razón y resuelto, se le informó al promovente las acciones a desarrollar, a las cuales se les dará seguimiento de forma permanente», concluye.
Como no puedo sobrepasar el espacio fijo de esta columna, solo diré que la violación que cometía la empresa —conocida por todos los «factores»—, no admite justificaciones. Claro que califican con razón la queja, y se llaman a capítulo ahora, luego de que Leoncio escribiera y se publicara aquí tamaña transgresión. ¿Por qué, entonces, no se tomaban las medidas que ahora se adoptaron? Falta un profundo análisis autocrítico. ¿Y qué han hecho o dicho las instancias superiores a la empresa?