Acuse de recibo
Damían Morillas Valdés (Reyes 374, entre Luz y Pocito. Lawton, Diez de Octubre, La Habana) cuenta que al fondo de su casa hay una cantera de piedra de 70 metros de altura, que genera derrumbes. Hace cinco años hubo uno, con piedras enormes que cubrieron el patio de sus vecinos hasta la altura de la placa y mataron a sus perros. Y el patio de Damián quedó cubierto de piedras que él, con sus esfuerzos, tuvo que destruir y sacar porque, según la Presidenta del Consejo Popular, era muy peligroso para que brigadas de Comunales entraran.
El Gobierno municipal ofreció albergue a vecinos que corrían peligro y quisieron aceptarlo. Y a su vecina, que no aceptó el alberque, le dieron un subsidio. La casa de Damián entonces la habitaba su padre, quien viejo y enfermo no pudo tomar decisiones, pues no era el propietario.
El pasado 10 de noviembre hubo otro derrumbe. Las piedras tumbaron el muro medianero de tres metros de alto que separaba el patio de la casa de sus vecinos de la suya; y a su vez una de las columnas, paredes y placa de la cocina de Damián, además de destruir todo a su paso, incluyendo el tanque de agua. Ese día, tras contactar con los bomberos y el puesto de mando de los Gobiernos provincial y municipal, acudieron a su casa la económica del Gobierno municipal, la subdirectora de Vivienda y un técnico de esa entidad.
«Y hasta hoy, dice, ninguno ha comunicado cómo se va a proceder con la cantera y sus derrumbes, ni con las casas de los vecinos y el peligro que corren sus vidas, ni con los otros daños».
El pasado 14 de noviembre él se entrevistó con la entonces Presidenta de la Asamblea municipal y una de sus asesoras. Les entregó una carta narrándoles los hechos y con fotos de los daños, además, con la sugerencia de la posibilidad de una permuta administrativa.
«A esa propuesta, añade, la Presidenta afirmó que ya el Gobierno municipal no tenía fondos, descartando la posibilidad de gestiones posibles con otros Gobiernos municipales de la capital, con el Gobierno provincial o la Dirección Provincial de Vivienda».
En esa reunión, dice, la Presidenta afirmó que estaba saliendo del mandato, y pasaría el caso al Intendente. Sin embargo, asegura Damián, el caso nunca fue transferido a este último funcionario, según él le manifestó.
El 21 de noviembre se efectuó una reunión con la Primera Secretaria del Partido en Diez de Octubre, su asesora y la Directora municipal de Vivienda. Allí se le planteó a la dirigente partidista la respuesta de la Presidenta saliente, y también que la cantera de marras estaba sufriendo nuevamente derrumbes por el paso de los años y la lluvia. Se le dio a la Primera Secretaria una copia de la carta entregada a la Presidenta saliente, con fotos del derrumbe de las canteras y de los daños ocurridos, y la propuesta de una permuta administrativa.
Después de la reunión, Damián fue convocado dos veces para concertar una visita al lugar de los hechos con especialistas en los temas, donde debían participar los compañeros del Ministerio de la Construcción y de la ENIA. Pero esas personas nunca se presentaron. Y ante el reclamo por la ausencia de esos especialistas, Manuela González indicó que el caso había sido delegado, por orientación de la Primera Secretaria del PCC, a la Dirección Municipal de Vivienda, encargada de próximas coordinaciones para el diagnóstico y respuesta.
Como no han tenido respuestas al respecto, el pasado 8 de diciembre se presentó una queja por escrito, con la descripción de todos los hechos, tanto a Fiscalía como al Partido en la provincia.
Ante tanta indolencia, insensibilidad, falta de solidaridad y de responsabilidad, señala, es que hace pública esta denuncia. Y espera una atención revolucionaria por parte de los responsables de que ese peligro siga latente y desate un accidente fatal.