Acuse de recibo
Como la medicina cubana está al alcance de todos y nos acostumbramos a recibirla siempre que se cumplan las exigencias del paciente, muchas veces olvidamos la dedicación esmerada que hay detrás de ese derecho, reflexiona Florentino Cuador Fernández, desde Calle Recreo Final, Edificio R-2616, apto. 1, reparto Raúl Sánchez, en la ciudad de Pinar del Río.
Y lo recalca pensando en la sacrificada pediatra Yisel Urbina Popa, quien por más de cinco años se desempeñó en varios consultorios de esa ciudad, y caminaba cinco kilómetros en cada consulta, saltándose incluso muchos almuerzos hasta que llegaba a su lugar de residencia en la tarde.
«En mi caso, señala, en tres ocasiones la solicité de madrugada con mi nieto padeciendo dificultades respiratorias, pues el hospital pediátrico me queda distante. Y su única objeción fue: Abuelo, usted me lleva y me trae; y por la hora no tenga pena, que esta es mi profesión, y por un niño estoy dispuesta siempre.
«¡Qué seguros nos hace sentir un médico en estas condiciones! Vaya nuestro más sencillo reconocimiento a esa digna bayamesa, que ya se marchó de Pinar del Río por problemas familiares. Y considero que no debe ser la única en nuestro país. Sé que hay muchos médicos sacrificados», concluye.
Dondequiera que esté la doctora Yisel, este es el mejor homenaje a su devoción: la huella que dejó en sus pacientes, con esa incondicionalidad profesional y humana que no tiene precio.
El pasado 14 de abril, y desde Puerto Padre, provincia de Las Tunas, el doctor Antonio M. Tundidor Bermúdez contó aquí que es cliente de internet conmutado, servicio que se brinda de conjunto entre Etecsa y Salud Pública, el cual estaba interrumpido desde el 18 de febrero.
Refería que lo informó cinco días después al jefe de Informática de la Dirección Provincial de Salud, quien le dijo que le fue imposible determinar si la interrupción le correspondía a Etecsa o a Salud, pues no había podido acceder a la plataforma, ya que era nuevo en el cargo, los documentos de su nombramiento estaban en proceso, y solo cuando legalmente estuviera facultado podría acceder para averiguar a quién compete.
También averiguó con Etecsa provincial, a la que agradece en la persona de la especialista Natacha, del área de Atención al sector empresarial, por las diligencias hechas para hallar las causas de la afectación del servicio, que hasta entonces no se había determinado si son imputables a dicha entidad. «Contrasta su profesionalidad, con los absurdos argumentos (sean o no verdaderos) del funcionario de Salud», concluía.
Al respecto, responde Aymé González Hernández, directora de Protección al Consumidor de Etecsa, que tanto esa entidad como Salud Pública realizaron las acciones técnicas necesarias para su restablecimiento. Y se comprobó que la red de telecomunicaciones y los elementos asociados que soportan el servicio por ambas entidades no presentaban ninguna dificultad.
La interrupción, precisa, estuvo motivada por el equipo terminal del cliente, quien participó en las pruebas realizadas, y conoció así el motivo. Y aclara que para ese tipo de servicio, Etecsa se encarga solo de mantener en funcionamiento el servicio telefónico básico.