Acuse de recibo
Esmeidys Álvarez Coguay denuncia que desde antes del pasado fin de año no hay agua en la Ciudad Nuclear, distante de la ciudad de Cienfuegos. La remitente, quien vive allí, en el apartamento 25 del edificio 46, revela que en lo que va de enero solo se ha recibido dos veces, y no para todos.
«Para que toda la población reciba agua, dice, hay que bombear dos días consecutivos. Y en las dos ocasiones ha sido un solo día y muy poca… Versiones hay muchas, y sin información oficial. Solo rumores. Se dice que las bombas de la potabilizadora que impulsan el agua se quemaron y se enviaron a Mayabeque. No hay agua ni pipas. Nos las hemos arreglado cargándola de cisternas en desuso. Y ha sido tal la escasez, que ya es inalcanzable.
«Esas cisternas no son aptas. Las personas introducen cualquier vasija, limpia o medio sucia. Están destapadas y fuera del cuidado de un responsable, por lo que puede desatarse un brote diarreico, dermatológico y quién sabe cuánta enfermedad. Estamos muy preocupados. Muchos no tenemos agua ni para tomar. Los servicios están colapsando.
«Los vecinos no han dejado de denunciar esta situación a todas las instancias. Cuando nos remiten al puesto de mando nos dicen que ahorremos. ¿Ahorrar qué si no hay? O que una pipa enviarán para llenar las cisternas de los círculos, panaderías y escuelas. ¿Y la población?».
Esmeidys cree en una posible solución. «Pero no se ha enfrentado con energía —opina—. Es serio el problema. ¿Qué hacemos? ¿Habrá que evacuarnos por insalubridad? Las instancias inmediatas superiores no dan respuesta, ni sabemos las acciones que se acometen», concluye.
Desde la comunidad militar 18 de Septiembre, en la ciudad de Holguín, Moisés Ladrón de Guevara denunció aquí el pasado 30 de octubre que allí hacía más de tres meses había un salidero de aguas albañales, luego de que la Unidad de Construcciones Militares sustituyera la tubería de residuales por una plástica de mayor dimensión.
Decía que, según informó el coordinador de la zona, no se podía hacer nada, pues había que esperar a que se firmara el documento de traspaso con otra entidad, para acometer la inversión de acoplar o unir la tubería del salidero con la principal. Y cuestionaba que, por una causa burocrática de esperar por la firma del documento para el traspaso, se estuviera dañando el entorno y peligrando la salud de los vecinos; al tiempo que aseguraba que «al lugar no se ha presentado más nadie para definir esta situación».
Al respecto, el 11 de enero respondió Eudelio Ricardo Mondeja, delegado provincial de Recursos Hidráulicos, que en visita a Moisés se le informó de los trámites que se desarrollan en cuanto al traspaso de la infraestructura del sistema hidráulico de esa comunidad.
Se le explicó, añade, que está elaborado el expediente de traspaso, y firmado por el jefe de Vivienda del Ejército Oriental (organismo que entrega) y el delegado provincial de Recursos Hidráulicos (que recibe). Se presentó a la Comisión Nacional, y quedó pendiente la notificación de aprobación para hacer efectivo y legal el traspaso.
«No obstante, apunta, se envió una brigada y el carro de alta presión perteneciente a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado Holguín, resolviendo el problema de obstrucción existente. La queja queda con razón total, y pendiente de solución lo relacionado con el traspaso», concluye.
Agradezco la respuesta, y solo añado que, así como se trabajó en el problema aún sin traspaso, tras revelarse aquí la queja, bien se podría haber hecho antes. Lo otro es que los necesarios procesos burocráticos de traspaso deben ser más ágiles para satisfacción de quienes esperan allá abajo.