Acuse de recibo
El pasado 14 de octubre, desde el municipio capitalino de Arroyo Naranjo, la lectora Rosa María Reyes Quintana narró aquí sus negativas experiencias, cuando cuatro días antes visitó con su familia el Parque Zoológico Nacional en las afueras de la ciudad.
«Las cuatro horas que estuvimos, decía, estaba a todo volumen reguetón de muy mal gusto. ¿No es un parque fundamentalmente para niños? Siempre condenamos que a los niños les pongan esa música, y hacen lo que les da la gana. ¿Quién debe velar por que se cumpla lo establecido?».
También criticó la venta de cerveza: «Aquello parecía un centro nocturno, señalaba, y ni siquiera un refresco. La malta se acabó a la hora de abrir el parque. Sabemos la situación que afrontamos con los suministros, pero hay que velar por la seguridad de los niños. Las bebidas alcohólicas no pueden ser la prioridad en un parque infantil, sin contar el trato de algunos dependientes, que deja mucho que desear».
Al respecto, responde Carlos Tabares Correa, director comercial del Parque Zoológico Nacional, que junto al Jefe de Gastronomía de dicha institución visitó a Rosa María. Y la conversación fue grabada precisamente para darla a conocer a todo el personal administrativo de las unidades gastronómicas del centro, convocadas a reunión de análisis de la queja hecha.
En la entrevista, añade, la clienta abordó otros aspectos no recogidos en lo publicado, los que también fueron tenidos en cuenta, pues son señalamientos a fisuras en el trabajo, que deben ser analizados y subsanados. Y en la reunión con los administrativos de las unidades gastronómicas, se analizaron con profundidad los señalamientos hechos en el diario y lo recogido en la entrevista.
Se adoptaron medidas para su cumplimiento inmediato:
La música para el disfrute del público debe ser variada, sin censurar el reguetón como género musical, pero sí el portador de letras obscenas y de muy mal gusto. Debe alternarse la canción infantil con baladas y música cubana de elevada calidad. A esa medida se anexó acta y firma por cada administrador de cumplir estrictamente lo acordado. Y cualquier violación será objeto de análisis disciplinario interno.
El expendio de cerveza se hará u ofertará contra comida en el caso de la ofertada en el formato de botella o lata. Y en el caso de la dispensada será un tonel y con consumo de entremeses y comidas.
Los servicios de las distintas unidades gastronómicas se chequearán con mayor sistematicidad y se analizarán en cada colectivo; al igual que la higiene y limpieza.
Las acciones comunicativas de todos los servicios y ofertas que se ofrecen tendrán como premisa una correcta información en las puertas de entrada, por los guías de los safaris, el personal gastronómico y de servicios y otros del parque.
Posteriormente a la adopción de las medidas, se visitó de nuevo a Rosa María para darle seguimiento al asunto. Y el hijo de la clienta, quien volvió al parque, mostró satisfacción por los cambios para bien de los visitantes.
Al respecto, también recibí una segunda carta de Rosa María, en la cual ensalza la receptividad de la institución a su queja, con dos visitas a su domicilio, y la consecuente adopción de medidas.
«Ellos hacen suyo que una queja es una fortaleza, expresa. Actitudes como estas hay que destacarlas, pues se nota que es un colectivo unido y que está dispuesto a darlo todo por su centro laboral, que es un parque emblemático, para el disfrute de grandes y chicos», concluye Rosa María.
Agradezco la respuesta y el celo en solucionar los problemas señalados. Ahora con más razón el seguimiento de lo acordado dirá la última palabra.