Acuse de recibo
Desde Niquero, en Granma, escriben Yunier Batista Mas (Colón 13) y Yurislandis Anaya Álvarez (3ra. Colón 33) para contar que hace alrededor de año y medio intentaron insertarse en la producción de carne de conejo y potenciar la cunicultura, que es desfavorable en el municipio, según criterios de pequeños productores.
Refieren que se dirigieron a la Delegación Municipal de la Agricultura para solicitar la tierra. Allí les explicaron el procedimiento para poder obtener la misma, el cual consideran muy dilatado, si se toma en consideración la necesidad de producir alimentos que tiene el país.
En siete días los aspirantes presentaron la solicitud con todos los documentos que se necesitaban. Y el funcionario que los atendió no les dio un término oficial, sino que debían estar preguntando constantemente.
Durante la espera, uno de ellos se entrevistó con el propio Delegado municipal de la Agricultura, quien le expresó el interés de que existiera en el municipio un productor que se dedicara a la cunicultura en grandes volúmenes, pues era prioridad para la provincia y el municipio. También conversó con funcionarios del Gobierno y el Partido en Niquero, al ver que el tiempo pasaba y no sucedía nada.
La realidad, afirman los remitentes, es que en ocho meses no han logrado acceder a la tierra, y «sí evasión y desinterés por el proyecto, sin contar las promesas del apoyo que se nos daría y que nunca se materializó. Lo que por poco logran es contagiarnos con el poco deseo de trabajar y de hacer las cosas para que nuestra economía avance».
Desde el apartamento 2 del edificio 13, en el reparto Los Olivos I, de la ciudad de Sancti Spíritus, Juan Brown Cárdenas tiene razones para perseverar en la vida y no desplomarse, cuando de vez en vez mira hacia atrás.
Cuenta el remitente que hace tres años sufrió un infarto cerebral, y fue atendido en el hospital Camilo Cienfuegos, de esa ciudad, con tanto esmero y dedicación que no quedó con secuela alguna.
Reconoce el paciente que de cierta forma factores que favorecieron la ocurrencia del ictus fueron las rutinas devoradoras de la hipertensión arterial y la insuficiencia renal que padecía.
Como consecuencia de este último padecimiento fue trasladado para el servicio de Nefrología del hospital, donde el doctor Remberto, su jefe, de conjunto con los doctores Robert, Mariano, Bustillo y Daniella, y otros excelentes médicos, enfermeros y personal de servicio, lo atendieron con profundidad y total entrega.
Juan recibió los servicios de hemodiálisis durante dos años y medio, y lo pasaron al sistema de pretrasplante renal. Y gracias a la constancia de ese equipo formidable, fue trasplantado el pasado 9 de agosto en el hospital Arnaldo Milián Castro, de la ciudad de Santa Clara.
«Allí —refiere— la doctora Milagros, jefa de trasplantes renales en la región central, con todo su equipo de médicos, enfermeras y demás trabajadores, con tremenda profesionalidad y mucho amor, lograron darme la seguridad que tengo hoy; pero, sobre todo, la vida, para poderme dedicar mientras viva a las tareas revolucionarias y a mi familia, que tanto me ha apoyado.
«Muy en especial agradezco a ese ejemplo de doctor que es Rafael, especialista muy preparado y exigente, que vela por los enfermos día a día, sin importarle el tiempo ni la complejidad de la situación que presentamos; al igual que el doctor Moreira, quien me intervino quirúrgicamente con éxito y aún se sigue preocupando por mi salud.
«Doy gracias a Fidel y Raúl, porque sé que desde el Moncada pensaron en la salud de nuestro pueblo. Y también a esta Revolución del pueblo y para el pueblo, por hacer posible este logro», concluye Juan.