Acuse de recibo
Le dijeron que la ubicación del depósito de basura junto a su casa era temporal, pero se quedó como definitiva. Allí, frente al No. 3714 de la calle 254, en San Agustín, La Lisa, las lomas de desecho provocaban una y otra vez, el malestar de Rafael Álvarez Albistu. Y según nos narraba en su misiva —publicada aquí el 25 de marzo de 2014— no era un asunto de días, sino de seis años de batalla.
Llegaba a afirmar el remitente que su jardín se había convertido en un basurero y que el mal olor y podredumbre eran casi insoportables. En cuanto a las gestiones para revertir tal situación, refería el capitalino haber acudido a las autoridades locales del Poder Popular y a Comunales a nivel municipal, pero todo resultó infructuoso.
A propósito responde Eduardo Sánchez Pérez, director de Servicios Comunales en La Lisa, quien sostiene que no es cierto lo planteado por Rafael en su carta.
«En la visita efectuada se observó que toda el área frente a su casa se encontraba limpia, recogida, y el contenedor vacío. Al indagar con los vecinos, manifestaron que esa persona (Rafael) nunca se ha preocupado por la limpieza de su jardín, que los miembros del CDR son los que se han ocupado y preocupado de limpiarlo».
De acuerdo con la indagación en torno al caso, es verídico que el contenedor se encuentra desde hace varios años junto a la parcela del reclamante, pero «solo en ocasiones, cuando ha fallado la recogida, es que se acumula basura alrededor del tanque, existiendo estabilidad desde hace mucho rato». Y para fundamentar su explicación el directivo adjunta copia de las opiniones de varios vecinos del lugar, con sus respectivas firmas. Agradecemos la misiva y lamentamos que la versión que enviara Rafael no se correspondiera con la realidad. Cuando no se ajustan a los hechos, las palabras desbordan los contenedores del diálogo público.
La holguinera Mabel Romero Feria (Calle 17, No. 4, Guaro, Mayarí), no entendía cómo hasta su casa podían llegar a cobrarle el servicio de agua correspondiente a los meses de julio a diciembre de 2013, en el mes de enero de 2014. Tampoco comprendía cómo encima de tamaño retraso, no se le entregara el comprobante debido de este cobro.
Así lo hizo saber en esta columna el 4 de marzo de 2014, cuando también narró que se había dirigido al Director de Acueducto y Alcantarillado de Mayarí y la explicación fue que debía pagarlo, pues la institución arrastraba cuentas de un año para otro.
Al respecto contestan María E. Heredia Miranda y Yobanis Azahares Carballo, funcionaria de Atención a la Población y director general de Acueducto y Alcantarillado a nivel provincial, respectivamente. Argumentan los ejecutivos que existen deudas de la unidad empresarial de base (UEB) Acueducto Mayarí de más de 120 días, por diversos motivos, entre ellas la falta de cobrador. En el caso específico —ruta 12 del Consejo Popular Guaro— se acumularon ausencias de cobro del servicio desde julio hasta diciembre de 2013.
«Para enfrentar la situación se tomaron varias medidas, incluyendo cambios en la dirección de la UEB (…) Vale aclarar que la deuda contraída por el cliente con el servicio de Acueducto no caduca y el precio simbólico de un peso por recibir el agua por la red y 30 centavos por el uso del alcantarillado, más que el pago de un servicio costoso e imprescindible, es un deber social», señalan.
Y añaden: «La gestión realizada por la nueva cobradora de la ruta al intentar cobrar el atraso la ha acompañado de la entrega del aviso de cobro (documento legal), teniendo que dejar el aviso por debajo de la puerta y habiendo contactado con su esposo e hija (de Mabel), no pudiendo sin embargo entregar el recibo de cobro, el cual se entrega una vez abonado el pago. Quizá la señora Mabel identifica solo al recibo como el papel que le ha faltado. Reconozcamos que además se le debió informar a la cliente su derecho de pagar el monto atrasado por cuestiones inherentes a la empresa mediante un convenio de pago de hasta tres meses, ya que los 20 pesos acumulados pudieran significar una afectación a su economía familiar».
Refieren los directivos que cuando Mabel llamó al Director Municipal de Acueducto se le explicó en buena forma sobre los arrastres de cuentas de un año para otro y que en los municipios que esto ha sucedido la tendencia es a reducirlo.
Terminan los funcionarios, cuya explicación agradezco, ofreciéndole disculpas a la cliente por las molestias causadas e invitándola a negociar la solución de su pago con el Dpto. Comercial de la UEB de Mayarí.