Acuse de recibo
El pasado 1ro. de noviembre, esta columna «calzó» el reclamo desde Santa Clara de la lectora Lourdes Machado, al reflejar su denuncia sobre unos zapatos «desechables», que adquirió su esposo en la boutique Primavera de esa ciudad.
Refería que el par se adquirió a 23,95 CUC, el 23 de septiembre pasado. El 21 de octubre los zapatos estaban ya partidos por la suela y despegados en la punta. Al reclamar en la tienda, la dependienta le informó que el calzado tiene siete días de garantía. Así, Lourdes cuestionaba para qué sirve lo que no garantiza nada, y le resta credibilidad y respeto al comercio minorista.
Ahora responde Tania Fernández, directora general de la Sucursal Comercial Caracol Villa Clara, que los zapatos no se encontraban ya en el período de garantía, para reclamar —según lo dispuesto— la rotura por problemas de calidad. Y lo fundamenta en «el procedimiento PO-CA 8 de 2010, vigente en el Grupo Empresarial Caracol, que establece siete días de garantía».
A raíz de lo publicado —apunta— se contactó con Lourdes y se le explicó el procedimiento. Luego de verificada la rotura por calidad, acordaron devolverle el dinero invertido, para lo cual ella debe esperar el período establecido por Fincimex, pues la compra se efectuó por tarjeta de crédito.
Y reconoce que «la información por parte de la dependiente comercial a Lourdes no fue todo lo explícita posible, por lo que se adoptan medidas organizativas para lograr la correcta información al cliente sobre la garantía que, como consumidor, le asiste, en correspondencia con lo establecido por el organismo rector de la política comercial».
Agradezco la respuesta y el acto justiciero de devolverle el efectivo a la consumidora. Quizá una respuesta más abarcadora debiera venir de mucho más arriba —del «organismo rector de la política comercial» y de los que compran la mercadería en el exterior— ante una inquietud de muchos consumidores: ¿Por qué se compran productos de tan baja calidad, que antes del mes colapsan y solo se conceden siete días de garantía por ellos?
Vísperas del Día de la Medicina Latinoamericana, Gretter Vanessa Ramón Rodríguez (Invasión No. 21 entre Basilio Guerra y Martí, Yaguajay), estudiante de 6to. año de Medicina de la Filial Universitaria de ese municipio, desea sintetizar su homenaje a los profesionales cubanos de la salud en un galeno muy especial y querido de ese territorio, excelente especialista y profesor de Medicina Interna: el doctor José Alberto Sánchez Martos.
Señala con orgullo Gretter que con el decursar de los años, el doctor se ha convertido allí en Yaguajay en el padre de generaciones de estudiantes de Medicina, y en el motor impulsor de los conocimientos y prácticas de esos alumnos. «Es increíble ver en un ser humano tantas cualidades —señala—; no solo médico, especialista de la sala de Medicina del Hospital General Docente de Yaguajay. Es profesor de estudiantes y residentes, capaz de impartir cursos a profesionales de la salud, máster…
«También para nosotros es más que un amigo: un hombre intachable, que ha cultivado en cada persona que tiene el privilegio de compartir con él valores de honestidad, responsabilidad y sentido de pertenencia por lo que hacemos, y por lo importante que es prepararse en lo profesional y lo espiritual para convertirse en un excelente médico. Por si fuera poco, está inmerso en defender el Segundo Grado de su especialidad, además de contar con publicaciones en revistas nacionales e internacionales.
«Estas son cualidades imborrables en un ser humano. Para nosotros es un hombre extraordinario, que merece el reconocimiento y el amor de sus alumnos, pacientes y profesionales de la salud. Es un ejemplo para todos los galenos cubanos, para las nuevas generaciones y para todos los médicos del mundo.
«Sepa usted, profesor, que todo o casi todo lo que sabemos de Medicina Interna se lo debemos a su dedicación, amor y entrega. Ojalá todas las personas que llevan el título de Doctor en Medicina tengan el don de curar y de enseñar como lo tiene este profesor.
«Por el momento, Yaguajay está orgulloso de tener a este hombre. Merecido homenaje que le hacen sus estudiantes a una persona que cura y enseña con sus manos y su alma, ahora que celebramos el Día de la Medicina Latinoamericana».