Acuse de recibo
Una puñalada en el alma lleva para siempre José Ramón Guerra López, profesor de la Universidad de Ciencias Médicas de Ciego de Ávila, y residente en Cuba 63, entre Honorato del Castillo y Maceo, en esa ciudad.
Refiere el remitente que el pasado 27 de marzo, a las 5 y 30 de la tarde, su hija de 22 años conducía una bicicleta por una calle preferencial de esa ciudad, sin imaginar que un chofer, sin autorización de su jefe y tras haber ingerido bebidas alcohólicas, arrancaría un camión de la empresa donde laboraba.
El conductor no respetó el Pare ni reaccionó ante los gritos de los vecinos. No pudo frenar a tiempo y segó la vida y los sueños de una muchacha. Enlutó a una familia para siempre.
Cuenta el padre que, en el juicio reciente, obraban en contra del comisor las pruebas de alcoholemia en la sangre y los testimonios de varios testigos. Al acusado se le sancionó a cuatro años de privación de libertad, pero José Ramón y toda su familia fueron condenados para toda la vida a la tristeza irreparable.
Ya no tiene sentido remover nada, pero de su dolor, José Ramón saca fuerzas para una meditación especial:
«He visto la modificación del nuevo Código Vial, pero no del Código Penal, que en su capítulo 3, Delitos contra la Seguridad del Tránsito, y en los artículos siguientes, es muy benévolo para los infractores.
«Es hora de poner freno. Este viernes (22 de julio) mi hija se estaría graduando de médica estomatóloga con Título de Oro, por sus resultados académicos. Quien se monta al volante de un vehículo con alcohol en sangre, es un asesino peligroso para cualquier peatón».
Jorge Rodríguez Menéndez (Teresa Blanco 164, entre Jardines y Tres Palacios, Luyanó, La Habana) es un roquero empedernido que solicita una respuesta esclarecedora y promisoria acerca de por qué no funciona el aire acondicionado del Maxim Rock, esa solitaria meca del trepidante género musical en Cuba.
«Cada vez que llamo allí —señala—, me dicen que no hay función por lo del aire. Y en eso ya llevan como un mes. No hay ningún otro lugar donde el roquero cubano vaya. Hablo en nombre de todos los frikis de La Habana que, como yo, están esperando una respuesta.
«Ahora viene uno de los festivales más fuertes en Cuba, el Brutal Fest, al que asisten bandas del extranjero también, y sería una pena suspenderlo por no haber aire acondicionado, y entonces tener que hacerlo en Pabexpo, que le queda demasiado lejos a demasiada gente».
Desde Calle 280, entre 175 y 177, en el reparto Camilo Cienfuegos, de Pueblo Nuevo, en la ciudad de Matanzas, escribe Julio Valido Barcia para contar un extraño episodio de promiscuidad por voluntad de una entidad.
Refiere él que en el 2010 se le otorgó un terreno para la fabricación de una vivienda, que había solicitado desde 2006. Y al llegar allí con sus materiales para comenzar la obra, se topó con que otro ciudadano estaba fabricando su casa en esa área. Y al igual que él, había pagado el terreno, con licencia y permiso de vivienda.
Julio navegó por trámites y reclamaciones, sorteando «peloteos» y mentiras. Y lo insólito de todo es que ese terreno había sido vendido también a una tercera persona.
«Hay una estafa a tres ciudadanos por una entidad estatal, comenta. Hasta el momento no se ha resuelto el caso. Y yo pagué por el terreno la suma de 1 115 pesos, al igual que los demás estafados».
El lector reclama que se esclarezca lo sucedido, y considerando que sus gestiones para resolver este problema han sido infructuosas, siente que nadie da el frente a la situación ni resuelve nada.
Esperamos que se investigue exhaustivamente el asunto, y los responsables, con nombres y apellidos, respondan por tamaña tropelía. Qué vergüenza. Apena revelar barbaridades como esta.